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Cultura

Synclair | Un texto de Luis Felipe Cota

Siempre admiré esa actitud de Synclair. Observa con admiración a su compañero en clase.

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Siempre admiré esa actitud de Synclair. Observa con admiración a su compañero en clase. Sereno, siempre atento, parecía profundizar en sus propios pensamientos. Era imponente, como una esfinge.

Parecía que no respiraba sumergido en su pensamiento era como viajar al infinito. Synclair lo miraba en silencio y al mismo tiempo que meditaba en su compañero empezaba a conocerce así mismo.

Era Damian. Synclair lo miraba con atención cuando de pronto él parecia volver en sí. Y sin dudar volteaba a verlo y como si supiera que en silencio lo contemplaba el le regresaba la mirada.

Siempre admiré esa actitud y esa belleza de viajar al interior. Aún hoy de pronto de entre mis libros lo descubro, esas letras gigantes y hermosas en donde se lee Damian de Herman Hesse y recuerdo el aula, la atmósfera la belleza de la palabra escrita.

Viajar en un taxi y sumergirte en esas paginas y de pronto escuchar que alguien baja y tener que moverte y apurado volver a la lectura y seguir redescubriendo el universo como Synclair lo hacía: observando…primero a su compañero de clase…después a los demás y despues entre la multitud empezar a encontrarse así mismo.

Y eso dolía, por que era otra forma de nacer. Poco a poco romper otro cascarón en donde terminaba por separarse el cordón umbilical…y finalmente ser libres o simplemente intentarlo.

Entonces una inocencia terminaba y descubríamos otros centros que ya no soy yo y existe el otro, en donde todo puede suceder.

¿Cuantos años se necesitan para decir que alguién ya es un hombre maduro? Quien sabe pero empezar a leer es empezar a escribir tu propia historia…y esos otros ojos surgen a través de la lectura y ya ven otra cosa y otra dimensión y el viaje de Ulyses continúa mezclado con el tiempo de todos los tiempos y la tierra que tocas con tu mano seca son las cenizas de otros que te han antecedido y ahora resbala de entre tus dedos.

Una mujer te vió nacer…y otra te verá morir. Entonces Synclair vuelve a redescubrir el universo y nosotros volvemos a abrir un nuevo libro.

Texto y Foto: Luis Felipe Cota Fregozo