TIJUANA, B.C.- El Gobierno de Baja California lleva a cabo, desde hace tiempo, acciones para frenar la contaminación del mar por descargas de aguas residuales desde la Planta de “Punta Bandera” que, desde el año de 2004, se encuentra fuera de operación, lo que amenaza la salud de bañistas en las playas.
Esta añeja situación se traduce en un grave problema de salud pública, al verter al mar 1.8 m3 por segundo en el km 19, sitio desde el cual escurren los arrastres que contaminan las zonas costeras municipales de Tijuana y Playas de Rosarito, a donde las familias acuden para recreación.
Es por ello que la Secretaría para el Manejo, Saneamiento y Protección del Agua (SEPROA), da seguimiento a la mayor prioridad en este tema para la administración estatal, e informa acerca de los trabajos para resolver este problema causado por aguas grises y residuales en la costa del Océano Pacífico.
En primer lugar, como parte del plan para reducir los niveles de contaminación en el litoral, actualmente se encuentran realizándose trabajos preliminares en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Punta Bandera, donde una compañía privada construirá una nueva planta de tratamiento con capacidad de hasta 1,000 litros por segundo.
Una de las principales ventajas de esta planta, además de tratar las aguas residuales, es que la inversión será de carácter privado, por lo cual además de hacerse cargo de su operación y mantenimiento, la empresa pagará una cuota fija a la CESPT por cada metro cúbico que reciba para ser tratada en las instalaciones.
Es relevante mencionar que aunado al beneficio para el medioambiente y el organismo operador, el agua tratada será reutilizada en los campos de cultivo del Valle de Guadalupe, conservando e impulsando así una de las actividades económicas y turísticas más importantes para la región, todo en completa colaboración con los vitivinicultores.
En segundo lugar, de forma paralela, continúa de manera favorable el proceso para iniciar la construcción de tres módulos de tratamiento de aguas residuales, que en conjunto trataran mil 200 litros por segundo, y que según lo planeado, deberá entrar en operación a más tardar en el año 2024, tratando así entonces el 100 por ciento de las aguas que llegan a esta zona de la ciudad de Tijuana.
La contaminación por descargas de la Planta de Punta Bandera por años no fue atendida por ninguna autoridad competente, por lo que desde noviembre de 2019 se focalizan los esfuerzos para dar solución a fondo a este problema.