El primer huracán de la temporada del Pacífico oriental rozó el suroeste de México sin llegar a tocar tierra, aunque castiga la costa con aguaceros y vientos que aumentaron el riesgo de inundaciones repentinas y aludes de lodo.
Los expertos han advertido sobre condiciones ciclónicas de extremo peligro a partir de la mañana del miércoles en la zona noroeste de la península mexicana.