Sin embargo, los gobiernos de la vecina Corea del Sur y de Estados Unidos pusieron en duda la veracidad de la información al decir, bajo sus respectivos términos, que no había motivo alguno para creer que Kim había dejado el poder en Pyongyang.
El gobierno de Corea del Sur indagaba el martes los reportes de medios estadounidenses que decían que el mandatario norcoreano Kim Jong Un estaba en condiciones delicadas de salud después de una cirugía.