ESTADOS UNIDOS.- Tony Green organizó una reunión familiar en Dallas (Texas) con sus padres y sus suegros para celebrar el nacimiento de un nieto. Días después, catorce de los invitados a esa fiesta dieron positivo a las pruebas de coronavirus. Aunque la mayoría pudo recuperarse, una mujer perdió la vida y uno más todavía se encuentra entubado a un ventilador.
Antes de la reunión, Tony Green, de 43 años, era un ferviente seguidor de Donald Trump que sostenía que la pandemia de coronavirus era una farsa. “Creía que los medios de comunicación y los demócratas lo usaban para crear pánico, colapsar la economía y destruir las posibilidades de reelección de Trump.”
“No pueden imaginar mi culpa por haber sido un negacionista, sin tomar ningún cuidado durante esta pandemia, burlándome de aquellos que usan máscaras y mantienen el distanciamiento social. No pueden imaginar mi culpa al saber que mis acciones convencieron a nuestras dos familias de que era seguro cuando no lo era.”
El señor Green escribió una pieza editorial en una publicación local para generar conciencia sobre los peligros de ignorar la crisis sanitaria y para pedir ayuda a nombre de su suegro, Rafael Ceja, internado en un hospital con un respirador artificial.
El 13 de junio, Tony Green invitó a su familia y a la de su pareja a una reunión para celebrar la llegada de un nuevo nieto. Los suegros de Green viajaron desde Austin hasta Dallas, luego de meses de no verlos en persona por el confinamiento.
Para esas fechas, la vida comercial en Texas ya estaba operando de forma normal. La entidad había resultado poco afectada en la primera ola de COVID-19 en Estados Unidos, y ninguno de los integrantes de la familia estaba usando cubrebocas ni cuidando la sana distancia.
El 15 de junio, el señor Green se empezó a sentir raro y sus familiares le comentaban que estaban presentando síntomas de gripe, como fiebre y tos. Entre el 17 y el 23 de junio, la suegra de Green se enfermó y tuvo que ser internada en el hospital por una neumonía. Ella murió el 1 de julio.
Después, el 24 de junio, Green y su suegro, Rafael Ceja, fueron trasladados a un hospital. Green estuvo cerca de tener un derrame cerebral cuando el virus atacó su sistema nervioso. Afortunadamente se pudo recuperar. Su suegro, en cambio, permanece en el hospital desde hace un mes.
“Para aquellos que niegan que el virus exista o que minimizan su gravedad, permítanme asegurarles: El coronavirus es muy real y extremadamente contagioso”, escribió Green en su artículo de opinión. “Antes de que se den cuenta de que lo tienen, se lo han pasado a sus amigos, familiares, compañeros de trabajo y vecinos.”
“No quieres que tus seres queridos sufran y mueran por esto porque estás adoptando una ‘postura política’ o protegiendo la economía sobre sus vidas.”
Especialistas en salud pública han señalado en numerosas publicaciones que las fiestas y las reuniones, sobre todo en lugares cerrados, presentan un enorme riesgo para que el coronavirus se pueda propagar.
En la actualidad, Texas es una de las entidades más afectadas durante la segunda ola que tomó a la parte sur de Estados Unidos por sorpresa. Hasta el 28 de julio, en Texas se han registrado más de 411 mil casos confirmados y 5,883 muertes.
Con información adicional de NBC News.