TALLIN, Estonia (AP) — En un hito que marca su retorno a la exploración lunar, Rusia ha lanzado la nave lunar Luna-25 desde el puerto espacial de Vostochny. Con un módulo lunar a bordo, esta misión tiene como objetivo alunizar en el polo sur lunar antes de que una sonda de India llegue a esa región. La Luna-25, que llegará a la órbita lunar el 23 de agosto, pretende marcar el regreso de Rusia a la Luna después de casi 50 años.
La última vez que Rusia llevó a cabo un lanzamiento lunar fue en 1976, cuando el país formaba parte de la Unión Soviética. Ahora, la agencia espacial de Rusia, Roscosmos, busca demostrar su capacidad para transportar una carga útil a la Luna y garantizar un acceso sostenible a la superficie lunar. El lanzamiento de Luna-25 también responde a un contexto geopolítico más amplio, con China y Estados Unidos liderando la competencia por la supremacía en el espacio.
El cohete ruso llevará alrededor de cinco días y medio para acercarse a la Luna, donde pasará entre tres y siete días en órbita antes de dirigirse a la superficie. La Luna-25 se une a la lista selecta de naves que han logrado alunizar en la Luna, una hazaña alcanzada solo por la Unión Soviética, Estados Unidos y China hasta ahora.
A pesar de los desafíos tecnológicos y políticos, Rusia ha optado por eliminar un explorador lunar previsto para Luna-25. Esto se hizo con la intención de reducir el peso de la nave y aumentar su fiabilidad. La nave india, que fue lanzada el 14 de julio, está programada para llegar al polo sur lunar alrededor de la misma fecha que Luna-25. Ambos países tienen como objetivo ser los primeros en alunizar en esta región, que es de particular interés debido a la posibilidad de contener agua congelada en sus cráteres.
Expertos han señalado que más allá de la exploración científica, esta misión es un reflejo de la competición política en el espacio. Vitaly Egorov, un analista ruso de asuntos espaciales, subrayó que la rivalidad entre China y Estados Unidos, junto con otros países, está impulsando estos esfuerzos. Las sanciones contra Rusia han afectado su acceso a tecnología occidental, lo que ha influido en su programa espacial.
La Luna-25, a través de la toma de muestras de rocas y polvo lunares, busca entender mejor el entorno lunar antes de considerar la construcción de bases en la superficie. Esto es fundamental para evitar problemas futuros debido al desgaste causado por la abrasión. La competencia por el acceso y el dominio del espacio continúa evolucionando, y Luna-25 es un paso crucial en los esfuerzos de Rusia para mantener su posición en este nuevo capítulo de exploración espacial.
Con información de AP.