Newport Beach, California.- El plan de Dreamstar Lines de transformar los viajes entre dos de los centros económicos y culturales más importantes de California toma forma. El mes pasado, esta startup con base en Newport Beach marcó un hito al firmar un Memorando de Entendimiento (MOU) con Union Pacific Railroad, abriendo la puerta a futuras negociaciones para operar un servicio de tren nocturno de lujo entre San Francisco y Los Ángeles.
Esta alianza estratégica permitiría a Dreamstar utilizar las vías del Coast Line, que ya sirven a otros servicios ferroviarios como el Pacific Surfliner y el Coast Starlight. Aunque aún no se ha redactado ni aprobado un acuerdo final, Dreamstar aspira a obtener los derechos exclusivos para ofrecer este servicio único, permitiendo a los pasajeros embarcar por la noche y despertar en su destino.
Joshua Dominic, CEO de Dreamstar Lines, enfatizó la importancia de esta colaboración con Union Pacific Railroad, destacando el enfoque en la sostenibilidad y el lujo del proyecto. Con planes de incorporar coches cama de última generación, acceso a internet de alta velocidad, y servicios de comida y bebida, Dreamstar promete revolucionar el concepto de viaje en tren en EE.UU. Además, la empresa explora la posibilidad de transportar automóviles de los pasajeros, agregando un nivel extra de comodidad y conveniencia.
Aunque la visión es ambiciosa y los preparativos están en marcha, con esperanzas de lanzar el servicio el próximo verano, aún hay desafíos por superar, incluida la necesidad de acuerdos con otras entidades que tienen intereses en las vías férreas. Este servicio, distinto del proyecto de tren de alta velocidad de California, no solo busca enriquecer la oferta de transporte en la región sino también honrar la herencia de los viajes ferroviarios nocturnos en América, un servicio que no se ve desde el cese de la ruta “Lark” en 1968.
Este anuncio no solo ilumina el camino para Dreamstar Lines y la reinvención del viaje en tren, sino que también propone una alternativa más cómoda y ecológica frente a los vuelos de corta distancia, prometiendo una nueva era para el transporte interurbano en California.