En un avance emocionante para la astronomía, las imágenes recién obtenidas por el Telescopio Espacial James Webb están proporcionando una resolución espacial y sensibilidad espectral sin precedentes. Estas imágenes están arrojando luz sobre detalles únicos en las observaciones infrarrojas de la Nebulosa Anillo, revelando información valiosa sobre su estructura interna y composición.

Una de las imágenes recién capturadas por la Cámara de Infrarrojo Cercano (NIRCam) muestra con intrincados detalles la estructura filamentosa del anillo interno. Simultáneamente, la imagen proveniente del Instrumento de Infrarrojo Medio (MIRI) revela particularidades en las características concéntricas de las regiones exteriores del anillo nebuloso.

Dentro de la nebulosa se encuentran alrededor de 20,000 glóbulos densos ricos en hidrógeno molecular. En contraste, la región interna exhibe gas extremadamente caliente. La capa principal contiene un anillo delgado de emisión mejorada de moléculas a base de carbono conocidas como hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs). Aproximadamente diez arcos concéntricos se ubican justo más allá del borde externo del anillo principal. Se cree que estos arcos se originan por la interacción de la estrella central con un compañero de baja masa en órbita, a una distancia comparable a la que existe entre la Tierra y el planeta enano Plutón. De esta manera, nebulosas como la Nebulosa Anillo nos brindan una especie de arqueología astronómica, ya que los astrónomos estudian la nebulosa para aprender sobre la estrella que la creó.

La nebulosa tiene una forma similar a la de un donut distorsionado. Estamos mirando casi directamente hacia uno de los polos de esta estructura, con un barril de material colorido que se extiende lejos de nosotros. Aunque el centro de este donut pueda parecer vacío, en realidad está lleno de material de densidad más baja que se extiende tanto hacia nosotros como en dirección opuesta, creando una forma similar a la de un balón de rugby encajado en el hueco central del donut.

El llamativo anillo principal está compuesto por gas expulsado por una estrella moribunda en el centro de la nebulosa. Esta estrella se dirige hacia convertirse en una enana blanca, un cuerpo muy pequeño, denso y caliente que representa la etapa evolutiva final para una estrella como el Sol.

La Nebulosa Anillo es uno de los objetos más destacados en nuestros cielos. Fue descubierta en 1779 por los astrónomos Antoine Darquier de Pellepoix y Charles Messier, y fue añadida al Catálogo Messier. Ambos astrónomos se toparon con la nebulosa mientras intentaban seguir la trayectoria de un cometa a través de la constelación de Lira, pasando muy cerca de la Nebulosa Anillo.

Estas observaciones fueron realizadas como parte del programa de observación GO 1558 del Telescopio Espacial James Webb. Para obtener más información sobre la investigación del equipo en relación a estas nuevas observaciones, se puede consultar la última publicación en el blog de la NASA sobre Webb.

Webb captura la belleza detallada de la Nebulosa del Anillo (imagen MIRI)
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