Restos de un cohete lanzado hace años se estrelló contra la Luna este 4 de marzo. Es probable que esta sea la primera vez que alguna pieza de nave espacial golpea la Luna de forma no intencionada.

El impacto tuvo lugar a las 12.25 UTC en la cara oculta, muy cerca del Ecuador lunar, fuera del alcance de los telescopios terrestres y probablemente también lejos de la vista inmediata de la misión LRO (Lunar Reconaissance Orbiter) de la NASA.

El satélite LRO buscará el cráter después del impacto, declaró un portavoz de la misión al portal Space.com el mes pasado; Scientific American sugiere que el impacto ocurrirá cerca del cráter Hertzsprung de 570 kilómetros de diámetro.

El choque fue pronosticado desde finales de enero por Bill Gray, que escribe el software Project Pluto ampliamente utilizado para rastrear objetos cercanos a la Tierra, asteroides, planetas menores y cometas.

Identificó al responsable como la segunda etapa de un cohete Falcon 9 de Space X lanzado en 2015. Dicho cohete puso una sonda satelital de la NOAA en una órbita a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, casi cinco veces más allá que la Luna. Careciendo de combustible para volver a la Tierra y para escapar de la gravedad del sistema Tierra-Luna, los restos del propulsor siguieron durante años una órbita caótica que ha llevado a este desenlace.

A mediado de febrero, el propio Gray cambió su identificación y declaró que el objeto en dirección a la Luna pertenece a la misión lunar experimental china Chang’e 5-T1 lanzada en octubre de 2014, siendo su refuerzo. La misión utilizó un cohete Long March 3C/G2. Posteriormente, el gobierno chino negó tal aseveración.

Con información de Europa Press.

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