Baja California, 16 de mayo de 2025.– Cada año, México genera más de 2 millones de toneladas de residuos peligrosos, según datos presentados en el Seminario Permanente para el Desarrollo Sustentable. Estas sustancias, provenientes principalmente del sector industrial, representan un riesgo latente para el ambiente y la salud pública si no se gestionan adecuadamente.
Durante la ponencia “La gestión de los residuos peligrosos en México”, el doctor Arturo Gavilán García, titular de la Dirección General de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas de la SEMARNAT, abordó la situación crítica que enfrenta el país, con especial énfasis en Baja California, entidad fronteriza con alta concentración de actividades industriales como la maquila, electrónica y automotriz.
El subdirector del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGAMX), Luis Gerardo Domínguez, señaló que la modernidad ha traído consigo desarrollo, pero también una creciente sombra tóxica: residuos inflamables, corrosivos y tóxicos que muchas veces terminan en cuerpos de agua o suelos sin los controles adecuados.

Actualmente, Baja California cuenta con 16 empresas autorizadas para reciclar residuos peligrosos, posicionándose junto al Estado de México y Nuevo León entre los tres estados con mayor capacidad en esta materia. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para reducir los riesgos.
Gavilán García reconoció los avances legales, pero advirtió que la normatividad está desactualizada. Citó como ejemplo la Norma Oficial Mexicana 052, que no ha sido modificada para alinearse con los cambios del Convenio de Basilea, lo cual limita la efectividad de su aplicación.
El concepto de justicia ambiental también fue parte del análisis. Según Gavilán, las comunidades más vulnerables suelen estar expuestas a los peores impactos de la contaminación, al ubicarse cerca de basureros e incineradoras. “Incorporar el enfoque de derechos humanos a la política ambiental es clave para revertir estas desigualdades”, afirmó.

El ingeniero bioquímico José Carmelo Zavala Álvarez, director del CIGAMX, destacó que el incumplimiento ambiental puede derivar en sanciones bajo el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), al tiempo que señaló la falta de infraestructura para el confinamiento de residuos. “Sólo hay tres sitios autorizados en el norte del país. No saber dónde están los residuos no significa que no existan, sino que están en todas partes”, advirtió.
Como parte del seminario, se presentó un adelanto del nuevo Inventario de Generación de Residuos Peligrosos, que será publicado próximamente por SEMARNAT. Esta herramienta busca mejorar la trazabilidad y control de estos materiales a nivel nacional.
Finalmente, el subdirector del CIGAMX hizo un llamado a transformar no sólo los sistemas de manejo de residuos, sino la cultura ambiental de fondo. “El reconocimiento de nuestra huella tóxica como sociedad es el primer paso para una gestión responsable y colectiva”, concluyó Domínguez.
