Dos cuerpos más fueron encontrados el miércoles en la mina de carbón de Coahuila después de que el tiro se inundara y derrumbara parcialmente, con lo que ya suman seis muertos confirmados.

Las esperanzas de hallar al único minero que sigue desaparecido han disminuido, pero las autoridades dijeron que continuarán con las labores de búsqueda.

La Coordinación Nacional de Protección Civil indicó que el cuerpo del quinto minero había sido retirado del lugar, mientras que las labores para sacar al sexto continuaban.

El accidente ocurrió a finales de la semana pasada en una pequeña mina de carbón en Múzquiz, en el estado de Coahuila, donde desde hace años ha habido quejas acerca de las condiciones precarias de esas minas.

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que una represa o un estanque de retención se habían roto, provocando la inundación.

La mina de Micarán parece ser un tipo de mina profunda, estrecha y a cielo abierto con paredes de tierra empinadas, y al menos un túnel en el fondo que se adentra en el depósito de carbón.

Las minas de carbón en la zona se han visto afectadas por accidentes mortales en el pasado. Uno ocurrido el 19 de febrero de 2006 en la mina de Pasta de Conchos en la aledaña Sabinas, en el mismo estado, provocó la muerte de 65 mineros, pero sólo se recuperaron dos cuerpos.

Las autoridades mexicanas suspendieron esa búsqueda y cerraron la mina cinco días después del accidente, alegando que era insegura debido al gas tóxico. 

Muchas de las minas pequeñas de Coahuila tienen troncos irregulares y techos de hojalata para apuntalar los túneles. Los mineros descienden sobre toscos cubos para carbón en cables tirados por motores de automóviles.

El problema es clave para Andrés Manuel López Obrador, quien ha prometido que se hará justicia a las familias de los mineros, y al mismo tiempo ha incrementado la cantidad de carbón que el gobierno compra para quemarlo en plantas generadoras de electricidad.

Fuente: Agencia AP.

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