BUENOS AIRES.- José Pérez y Flavia Lavorino, de Buenos Aires, todavía no han conocido a su bebé Manu, quien nació vía subrogación de vientre en Kiev, a 13.000 kilómetros de distancia, en momentos en que se imponían cuarentenas obligatorias y cierres de fronteras alrededor del mundo, impidiendo que los nuevos padres viajen.
La pareja, que solo ha visto a Manu en fotos y videos, está tratando de encontrar la forma de llegar a Ucrania, luchando por obtener el permiso luego de que el país impusio una prohibición a los ciudadanos extranjeros de entrar al país desde marzo.
Los argentinos son una de las docenas de parejas de Europa y Estados Unidos que no han podido acceder a buscar a sus bebés nacidos a través de subrogación de vientre en Ucrania, país en donde este método es legal.
“Cualquier padre que se imagine a su hijo lejos sabe de la angustia y el dolor”, dijo Pérez.
“Es una situación muy difícil. Nosotros recibimos fotos y videos de Manu una vez por semana. Nos hicieron una video llamada en el cumple mes, pero bueno, es muy difícil”.
El Hotel Venecia, donde están Manu y los otros bebés varados, pertenece a la clínica BioTexCom, que lanzó videos e imágenes de los bebés para aumentar la conciencia pública e instar al Gobierno de Ucrania para que responda más rápido.
El Gobierno dice que sólo puede permitir a los padres entrar a Ucrania si recibe una solicitud de la embajada correspondiente.
Lavorino dijo que la frustración de la pareja se estaba agravando al ver signos de más vuelos abriéndose y otras parejas pudiendo llegar a Kiev con ayuda diplomática.
“No entendemos cuál es el problema, tampoco nos dieron una respuesta todavía de algo lógico de por qué esto no se puede articular. Vuelos hay”, señaló.
“Hace un mes nos decían que no llegaba un solo vuelo a Kiev. Ok, imposible entonces, pero ahora no, ahora llegan los aviones”.
Alrededor del mundo, las personas están atrapadas en cuarentenas obligatorias a causa de la pandemia del coronavirus, que ha causado alrededor de 313.322 muertes y ha infectado a casi 5 millones de personas.
Para Pérez y Lavorino, estar a medio mundo de distancia de su recién nacido, Manu, ha sido lo más difícil.
“En algún momento nos han dicho a nosotros en forma extraoficial que se están ocupando fundamentalmente de los más vulnerables. Yo me pregunto, un bebé de 47 días ¿No es vulnerable? Yo creo que sí”, dijo Pérez.
Reporte de Juan Bustamante y Adam Jourdan. Traducido por Marina Lammertyn.; Editado por Eliana Raszewski y Javier López de Lérida.
Con información de Reuters.