Playas de Rosarito, Baja California, 12 de julio de 2024. Las adicciones representan un desafío social creciente, impactando no solo con sustancias ilegales, sino también con el consumo de alcohol, tabaco y adicciones comportamentales como el juego en línea y el uso excesivo de redes sociales. La Fundación Manos Unidas por Rosarito A.C. subraya la importancia de la prevención y el apoyo familiar para combatir este problema.

Lorena Meléndez Yáñez, presidenta de la fundación, enfatizó la necesidad de educar a niños y adolescentes sobre los riesgos del consumo de sustancias y conductas adictivas. “Es fundamental que, desde edades tempranas, los niños y adolescentes reciban información clara y veraz sobre los riesgos asociados al consumo de sustancias y conductas adictivas. Programas educativos bien diseñados pueden inculcar en los jóvenes la capacidad de tomar decisiones informadas y responsables”, señaló.

El consumo de drogas ilícitas en menores puede causar daños irreparables a su salud física y mental. Durante la adolescencia, una etapa crucial para el desarrollo, las sustancias tóxicas pueden interrumpir el crecimiento normal del cerebro y el cuerpo, causando trastornos del sueño, pérdida de peso y debilitamiento del sistema inmunológico.

La familia desempeña un papel crucial en la prevención de adicciones. Un entorno familiar estable y comunicativo actúa como un escudo protector. “Es vital que los padres se mantengan informados sobre las problemáticas actuales y mantengan un diálogo abierto y sin juicios con sus hijos”, agregó Meléndez Yáñez.

El impacto del consumo de drogas en la salud mental de los adolescentes es igualmente devastador, exacerbando o desencadenando trastornos como la depresión, la ansiedad y la psicosis. Además, los jóvenes que consumen drogas tienen un mayor riesgo de desarrollar adicciones a largo plazo, perpetuando un ciclo difícil de romper.

Durante el Seminario de Prevención a Mujeres de Playas de Rosarito, se destacó la importancia de la prevención y la promoción de estilos de vida saludables, además del apoyo a las personas en proceso de recuperación. Estas acciones pueden marcar una diferencia significativa.

“La prevención de adicciones es una tarea que nos concierne a todos. Desde la educación temprana hasta el apoyo comunitario y las políticas gubernamentales, cada eslabón de la sociedad tiene un rol que desempeñar. En la fundación estamos seguros de que se puede construir un entorno más seguro y saludable para nuestros jóvenes, asegurando un futuro prometedor para las generaciones venideras”, mencionó Meléndez Yáñez.

Entre los efectos negativos del consumo de drogas en menores están la falta de concentración, la pérdida de interés en los estudios y el aumento del ausentismo escolar, limitando sus oportunidades educativas y sus posibilidades de alcanzar un futuro próspero.

“En este esfuerzo conjunto, la empatía, la comprensión y el apoyo mutuo son nuestras herramientas más poderosas. No es solo una cuestión de prevenir adicciones, sino de construir una sociedad más fuerte y resiliente. También es de suma importancia el acercamiento con las autoridades y denunciar situaciones que pongan en riesgo a nuestros jóvenes”, explicó Meléndez Yáñez.

El consumo de drogas en menores es una problemática compleja que requiere una respuesta integral y compasiva. Abordar las raíces del problema y proporcionar el apoyo necesario puede proteger a los jóvenes y asegurar un futuro más saludable para todos. La inversión en educación, prevención y tratamiento es fundamental para el bienestar de la sociedad.

Personal de la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de BC y la Coordinación de Prevención del Delito y Violencias en Baja California aportaron información durante el seminario.

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