ESTADOS UNIDOS.- La ONU ha publicado un informe sobre la situación del mundo en relación al cambio climático. Su advertencia nunca había sido tan contundente: si no se toman medidas, el planeta corre el riesgo de convertirse en un “infierno inhabitable”.
A decir de la ONU, la humanidad no empezó de la mejor forma el siglo XXI. Evidencia estadística respalda sus dichos: en los últimos 20 años, las catástrofes naturales han aumentado en todo el orbe.
Los científicos concuerdan plenamente en el motivo detrás de estos cambios: la acción humana contribuye al cambio climático. Y, si no se toman medidas, la influencia de la humanidad en el clima solo se volverá más perniciosa con el tiempo.
Eso explica la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR, por sus siglas en inglés) en el documento El costo humano de los desastres.
“En el periodo que va del 2000 al 2019, ocurrieron 7 mil 348 desastres naturales mayores, que tomaron un millón 230 mil vidas, afectando a 4 mil 200 millones de personas, y dando como resultado aproximado 2.97 billones de dólares en pérdidas para la economía global”, indica el informe.
Este aumento en el número e intensidad de los desastres naturales está directamente ligado con el aumento en la temperatura a nivel global.
Y aunque las pruebas científicas que respaldan estas aseveraciones están sobre la mesa, así como las medidas que deberían tomar los líderes mundiales, a decir de los científicos detrás del informe, las naciones son presas de una abulia difícil de justificar. De ahí que el informe busque ser, ante todo, una amonestación y llamado a las acciones inmediatas:
“En particular para las naciones industrializadas que están fracasando miserablemente en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a niveles acordes con el objetivo deseado de mantener el calentamiento global en 1,5 grados Celsius según lo establecido en el Acuerdo de París.”
Los investigadores que participaron en la elaboración de este informe han declarado que corremos el enorme peligro de que el planeta se convierta en “un infierno inhabitable para millones de personas”.
“Es desconcertante que, voluntaria y conscientemente, sigamos sembrando las semillas de nuestra propia destrucción”, declararon los científicos Mami Mizutori, y Debarati Guha-Sapir en el prólogo del estudio presentado.
Tanto de la ONU como de los científicos que colaboran con la organización han hecho un llamado para que las naciones y sus líderes colaboren en el cumplimiento del Acuerdo de París. Para conseguir una de las metas de este acuerdo, las emisiones globales tendrían que descender un 7,2% al año durante la próxima década.