En el primer día del año 2024, el Papa Francisco, durante la oración mariana del Ángelus, expresó su profunda preocupación por la situación en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de su libertad. Hizo un llamado a la oración insistente, invitando a los presentes en la Plaza de San Pedro y al Pueblo de Dios a unirse en la búsqueda del camino del diálogo para superar las dificultades.
En los últimos días, al menos 14 sacerdotes, dos seminaristas y un obispo han sido detenidos, generando consternación en la comunidad religiosa. El Cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua, expresó su proximidad a las familias y comunidades afectadas por estas detenciones.
Este no es el primer llamado del Papa Francisco a orar por Nicaragua. En febrero de 2023, lamentó la situación de Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, condenado sin el debido proceso. En esa ocasión, el Santo Padre invocó la intercesión de la Virgen María para abrir el corazón de los responsables políticos y ciudadanos a la búsqueda sincera de la paz a través del diálogo, la verdad, la justicia, la libertad y el amor.