GUADALAJARA, JALISCO.- La edicipon 33 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) esta tarde se engalanó con la presencia del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, quien orgulloso recordó su obra más apreciada: “Conversación en La Catedral”, la cual está cumpliendo 50 años de haber sido publicada.
Corto les pareció el tiempo a los espectadores que abarrotaron el auditorio Juan Rulfo de la FIL, querían oir más experiencias del poeta peruano en torno a su labor periodística y literaria, sobre la cual hizo algunas confesiones entre risas: “Yo no he leído nunca una novela mía ya publicada… y desde luego no lo voy a hacer”.
La comunicadora Laura García se encargó de escudriñar las experiencias que el escritor vivió durante su época de estudiante, así como los momentos de mayor inspiración y nerviosismo en torno al libro “Conversación en La Catedral”, el cual plasmó desde un país lejano a su natal Perú.
Vargas Llosa reconoció que debido a la situación que se vivía su país a mediados del siglo pasado, en el que “el que no se jode, jode a los demás” fue extremadamente emocionante el escribir en la obscuridad: “ha sido una sensación que nunca he vuelto a tener”.
Sin embargo, dice que la claridad de sus pensamientos llegó con más fuerzas tras mudarse a París. “La distancia por una parte me da una perspectiva mucho más clara y además lo que se escribe se plasma con una nostalgía sobre ese lugar. En esa época muchos escribiamos desde el extranjero y eso asentuaba lo que nos parecía más importante”, explica el también autor de “La ciudad y los perros”.
A pesar de que las obras literarias, como la hoy homenajeada, pueden considerarse llenas de ficción, Vargas Llosa se desnuda y dice que en las suyas “siempre hay una raíz de las experiencias vividas. En las historias que he escrito siempre hay experiencias personales…¡es la materia prima!”, exalta.
Otra de las particularidades que posee su mayor orgullo literario está el contener un lenguaje que él nombra “gris” y alejado de los adjetivos calificativos que en un inicio se extendian a lo largo de los cuatro tomos y que optó por retirarlos previo a que este saliera a la luz.
“Eludí sistematicamente la brillantéz. Procuré escribirlo en un lenguaje gris por que lo que la historia quería compartir era incompatible con un lenguage bello y espectacular. Eso no me ha ocurrido en otras novelas, ¡al contrario!”, expresa Vargas Llosa para minutos después agregar que ‘Conversación en La Catedral’ es una “historia tenía que ver con la miseria humana y política y el lenguaje (en ella) no debía exederse”.
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Medio siglo ha pasado desde que “Conversación en La Catedral” llegara a los lectores, los cuales dice el propio Vargas Llosa “son más ahora” que cuando recién fue publicada. Incluso, el ganador del Nobel de la Literatura 2010 confesó que a pesar de la importancia de esta obra y otras que ha escrito, nunca ha querido leer una de ellas luego de que han quedado plasmadas en papel pues argumenta “encontraría defectos y esa obra ya es incorregible”.
Quienes deseen conocer más sobre el reconocido escritor peruano, mañana domingo estará de nuevo en la edición 33 de la FIL Guadalajara. En punto de las 17:00 horas Vargas Llosa presentará su libro “Tiempos recios” (Alfaguara) en el salón 6, de la planta baja de la Expo.
Fuente: El Debate