CIUDAD DE MÉXICO.- El diferendo entre México y Bolivia subió de tono y escaló a la Corte Internacional de Justicia de la ONU.
Marcelo Ebrard adelantó que se interpondrá un recurso ante dicha instancia, con sede en La Haya, por considerar que el gobierno de Jeanine Áñez viola el derecho internacional al acosar con vigilancia las sedes diplomáticas de México en La Paz.
El canciller aseguró que el asedio de 90 elementos policiacos y militares se originó debido al asilo que se brindó a nueve exfuncionarios de Evo Morales, ocho de los cuales tienen orden de aprehensión.
En respuesta, el ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, calificó como “ataque” la denuncia ante la ONU y desafió a México a encontrarse en la corte. “Vamos a ver quiénes han violado tratados internacionales”, dijo.
Karen Longaric, la canciller de Áñez, exigió entregar a los exfuncionarios y aseguró que fue México quien pidió vigilar sus sedes diplomáticas en La Paz.
Maximiliano Reyes, subsecretario para América Latina y El Caribe de la SRE, llamó a la funcionaria a dialogar de forma personal, incluso en un país intermedio. La diplomática aceptó, pero únicamente si la reunión se da con Ebrard.
México llevará a La Haya hostigamiento boliviano
El canciller Marcelo Ebrard dijo que se busca preservar la integridad de las instalaciones diplomáticas, cercadas por decenas de policías.
El gobierno de México denunciará ante la Corte Internacional de Justicia lo que considera una violación al derecho internacional por el acoso en torno a su embajada en Bolivia, aseguró el canciller Marcelo Ebrard.
El asedio a la embajada de México en Bolivia, con 90 elementos de la policía y del ejército bolivianos alrededor, se originó debido al asilo que se brindó a nueve exfuncionarios del expresidente Evo Morales que lo solicitaron, y quienes se encuentran a la espera del salvoconducto que les permita salir del país andino.
“El día de hoy México está presentando un instrumento jurídico ante la Corte Internacional por violación a obligaciones diplomáticas; que es lo que planteamos, qué se preserve y se respete la integridad de las instalaciones y de quienes están dentro de esas instalaciones, que se consideran parte del territorio mexicano”, dijo Ebrard.
Explicó que el 15 de noviembre ingresaron nueve personas a la embajada en La Paz y solicitaron asilo. A partir de ese momento el gobierno mexicano solicitó los salvoconductos que les permitieran salir del país.
El 26 de noviembre el gobierno de Bolivia informó que había girado órdenes de aprehensión en contra de cuatro de los asilados. El 23 de diciembre inició el asedio a la embajada mexicana.
“Estamos estableciendo conexión con la comunidad internacional porque aun en los peores momentos de los golpes militares de los años 70 y 80 no se puso en riesgo la integridad de las instalaciones, de las embajadas de México, o de sus residencias”, consideró.
La política de asilo cuenta con el apoyo de 29 países, incluyendo la Unión Europea y países latinoamericanos, indicó Ebrard.
La Habana expresó su respaldo a México. “Cuba condena el asedio de fuerzas de seguridad e inteligencia del gobierno de facto de #Bolivia a la Embajada y Residencia de #México en ese país”, publicó en Twitter el canciller Bruno Rodríguez.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador confió en que el gobierno de Bolivia respete la representación diplomática de México en La Paz y evite cualquier tentativa de vulnerar nuestra soberanía.
Y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, precisó que aunque no existe un rompimiento de relaciones diplomáticas con Bolivia, sí hay un reclamo muy firme de México ante los hechos de hostigamiento.
“No se han roto relaciones con Bolivia, qué pasará posteriormente, no lo sé, pero sí va a haber una queja formal ante la Organización de Estados Americanos y las Naciones Unidas”, aseveró.
Mediante un comunicado, el Senado de la República manifestó su preocupación por el asedio a las instalaciones diplomáticas de México.
Pidió a las autoridades bolivianas observar rigurosamente los tratados, acuerdos y convenciones internacionales referidos a la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y al derecho de asilo, en particular la Convención de Viena y el pacto de Bogotá.
Recordó que ”es cuando surgen discrepancias respecto de acontecimientos políticos, cuando resulta indispensable la observancia de los principios que rigen las relaciones internacionales”.
Desde el país andino, el expresidente Jorge Quiroga criticó la postura contradictoria del gobierno mexicano ante Bolivia y le pidió evitar la injerencia en asuntos internos.
Nos vemos en la Corte: ministro
El ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, expresó que le “llama la atención el ataque” mexicano y la denuncia ante la Corte Internacional de Justicia de la ONU por la presencia policial alrededor de su embajada en La Paz.
Murillo desafió a encontrarse en la Corte. “Vamos a ver quiénes han violado tratados internacionales”, dijo, pues asegura que México es quien ha permitido que se traicionen las convenciones internacionales.
La canciller boliviana, Karen Longaric, calificó de “absurda” la denuncia.
“Es algo absurdo, un error y una falta de seriedad”, dijo la jefa de la diplomacia en el gobierno interino de Jeanine Áñez.
“Exigimos al gobierno de Andrés Manuel López Obrador que respete al pueblo boliviano y a su proceso democrático. México debe entregar a los acusados por delitos comunes”, escribió Longaric en Twitter, al referirse a los asilados sobre quienes pesa una orden de aprehensión.
“México pidió la vigilancia”
La canciller afirmó que “todas las apreciaciones (de México) no tienen ningún sustento” porque, según ha revelado, las autoridades mexicanas pidieron al Ejecutivo boliviano que reforzara la seguridad de su embajada y residencia.
“En fecha 19 y 29 de noviembre la Embajada de México, mediante notas verbales cursadas a la Cancillería boliviana, pidió que se reforzara la seguridad. De igual forma la embajadora (María Teresa Mercado) me visitó en dos o tres oportunidades para solicitarme expresamente el refuerzo de la seguridad de la Embajada”, aseguró.
Luego de la queja por la vigilancia en las sedes diplomáticas, Bolivia afirmó, primero, que se debía a una medida de prevención ante eventuales protestas opositoras, y luego dijo que era con el fin de evitar que los ahí asilados “se fugaran”.
SRE llama al diálogo; bolivia lo condiciona
El subsecretario para América Latina y El Caribe, Maximiliano Reyes, hizo un llamado a la canciller de Bolivia, Karen Longaric, para dialogar de forma personal con el objetivo de que cese el hostigamiento a la embajada de México. La diplomática aceptó, pero únicamente si la reunión se da con su homólogo, Marcelo Ebrard.
“Hago un llamado a la canciller de Bolivia para que se abra un canal de comunicación, tengamos un diálogo directo, de hecho, hasta personal, para vernos en lo inmediato en un país intermedio, geográficamente hablando, para dialogar y terminar con este episodio”, dijo Reyes.
Luego de hacer un recuento de los hechos ocurridos a partir del día 11 de noviembre tras la renuncia de Evo Morales y la propuesta de asilo político que ofreció México, el funcionario reiteró la protesta del gobierno mexicano por la excesiva presencia de elementos policiacos, revisiones y uso de drones para vigilar la embajada.
Señaló que del 11 de noviembre a la fecha se han enviado 28 notas diplomáticas a la Cancillería boliviana para denunciar el acoso y ha habido cuatro encuentros entre la embajadora mexicana, María Teresa Mercado, y la canciller Karen Longaric.
En conferencia de prensa, Longaric dijo que desean un trato respetuoso, pero rechazó “las descalificaciones hechas por México”.
Fuente: Excélsior