ESTADOS UNIDOS.- El estadounidense Owen Colley es, a sus seis años, un gran amante de los animales y se sintió devastado por las noticias sobre los incendios forestales que asolan Australia. Sus padres decidieron ayudarle a sentir que incluso a una edad tan tierna podía hacer algo para ayudar a la causa y, como a Owen le gusta hacer figuritas de barro, elaboraron un plan.
El niño, cuyo padre es australiano, empezó a hacer pequeños koalas de barro y su familia envió las estatuillas a sus amigos como muestra de gratitud por las donaciones que realizaran en favor de los animales afectados por los fuegos. “Una persona pequeña haciendo una cosa grande”, escribieron en la cuenta que crearon en Instagram.
Cuando los Colley recaudaron de esta manera unos 1.000 dólares y llamaron la atención de los medios locales, decidieron ampliar horizontes y lanzaron una campaña en la plataforma GoFundMe con una nueva meta: recaudar 5.000 dólares australianos (unos 3.400 dólares estadounidenses).
El resultado superó sus expectativas y en pocos días consiguieron más de 250.000 dólares australianos (unos 171.600 dólares estadounidenses). El inesperado flujo de donativos también superó la velocidad de ‘producción’ de Owen, quien no pudo abastecer a tantos donantes.
La familia anunció entonces que, desgraciadamente, se veían obligados a limitar el número de los koalas de barro que enviaban a cada donante que aportara al menos 50 dólares y que las últimas figuritas de Owen se harían solo para los que hicieron las transferencias antes del 19 de enero.
“¡Owen querría poder enviar un koala de barro a cada persona en el mundo!”, escribieron orgullosos sus padres.
El Consulado de EE.UU. en Sídney también expresó su orgullo por el pequeño. “¡Qué superestrella!”, escribió en su cuenta de Twitter, dando las gracias a “magnífico Owen”.
Fuente: RT