CIUDAD DE MÉXICO.— El gobierno de México esperará la evolución del diálogo con Estados Unidos antes de tomar una decisión sobre la posible imposición de aranceles recíprocos a las importaciones de acero y aluminio estadounidenses. Así lo anunció la presidenta Claudia Sheinbaum, quien fijó el 2 de abril como la fecha clave para definir si se aplicarán medidas similares a las establecidas por Washington.
La decisión surge luego de que la administración de Donald Trump implementara un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio a nivel global, afectando también a México a pesar de la reciente pausa en los gravámenes generales entre ambos países.
Sheinbaum explicó que su gobierno evaluará la situación y decidirá si impone aranceles recíprocos a estos productos provenientes de Estados Unidos, dependiendo del desarrollo de las negociaciones.
El impacto en la industria mexicana
Según datos oficiales, Estados Unidos tiene un superávit de 6.897 millones de dólares en el comercio de acero y aluminio con México. Además, el 32% de las importaciones mexicanas de productos terminados de acero provienen de EE.UU., lo que convierte a este sector en un punto crítico en la relación bilateral.
La industria siderúrgica mexicana ya ha advertido sobre los riesgos de los nuevos aranceles, los cuales podrían afectar hasta el 75% de las exportaciones del sector, valoradas en 2.100 millones de dólares. Estados como Michoacán, Nuevo León, Guanajuato, Veracruz, San Luis Potosí y Coahuila concentran gran parte de la producción nacional de acero y podrían enfrentar impactos económicos significativos.
Antecedentes y perspectivas
Esta no es la primera vez que EE.UU. impone aranceles al acero y aluminio mexicano. Durante su primer mandato, Trump implementó una medida similar, que fue suspendida tras negociaciones dentro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). En esa ocasión, los tres países establecieron un mecanismo de monitoreo de importaciones para evitar afectaciones mayores.
Ahora, el gobierno de Sheinbaum espera que, para el 2 de abril, los aranceles generales no entren en vigor gracias al diálogo con Washington. Sin embargo, la mandataria dejó claro que, si la situación no cambia, México tomará medidas para defender su industria.