GUADALAJARA, Jalisco.— Con apenas 17 años, Marvin Loya Fimbres cerró con broche de plata su participación en la Serie Mundial de Paranatación 2025 al conquistar su segunda medalla en el último día de competencias, celebrado en el Centro Acuático Metropolitano de Jalisco.

El bajacaliforniano obtuvo el segundo lugar en los 50 metros libre, clasificación S8, prueba que reunió a algunos de los talentos más prometedores del continente. Con esta nueva presea, Marvin suma un total de dos medallas de plata, tras haberse adjudicado el segundo lugar también en los 100 metros mariposa juvenil varonil, una de las pruebas más exigentes en su categoría.

Predial Tijuana

Ambos resultados reflejan el trabajo del equipo encabezado por el entrenador Luis Carlos Villalobos, quien ha acompañado al joven mexicalense en su proceso de formación desde los primeros años. Loya compitió bajo los colores de México, siendo parte de una delegación nacional que logró destacar en diferentes categorías y pruebas a lo largo del certamen internacional.

La clasificación S8 está reservada para atletas con limitaciones físicas moderadas, y exige un alto rendimiento técnico en cada brazada. En ese contexto, Marvin demostró no solo capacidad competitiva, sino también temple y enfoque estratégico para mantenerse entre los mejores del mundo.

Un referente juvenil en ascenso

Originario de Mexicali, Marvin Loya se ha convertido en una de las promesas más sólidas de la paranatación mexicana. A su corta edad, ya ha representado al país en múltiples competencias nacionales e internacionales, sumando experiencia, medallas y reconocimiento.

De acuerdo con cifras del Comité Paralímpico Mexicano, Baja California ha incrementado en más de 40% su número de atletas paralímpicos en formación durante los últimos cinco años, gracias al fortalecimiento de centros de entrenamiento especializados en Tijuana, Mexicali y Ensenada.

Para Marvin, esta doble medalla no solo representa un logro personal, sino también un mensaje para futuras generaciones de deportistas con discapacidad: la alta competencia es un camino posible y alcanzable con disciplina, apoyo institucional y acompañamiento profesional.

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