MADRID, ESPAÑA.- Tener problemas de salud como fumar, colesterol alto o un alto índice de masa corporal (IMC) a los 20 años puede hacer que sea más probable que tenga problemas con las habilidades de pensamiento y memoria e incluso la capacidad del cerebro para regular adecuadamente su flujo sanguíneo, según un estudio preliminar publicado este miércoles que se presentará en la 72ª Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología en Toronto (Canadá).

Estos resultados indican que las personas deben prestar mucha atención a su salud incluso a los 20 años“, alerta el autor del estudio Farzaneh A. Sorond, de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Chicago y miembro de la Academia Americana de Neurología.

“Hemos sabido que los factores de riesgo vascular como la presión arterial alta y los niveles altos de glucosa en la sangre están relacionados con el daño cerebrovascular y los problemas con las habilidades de pensamiento en las personas mayores, pero este estudio muestra que estos factores pueden estar relacionados décadas antes y que las lesiones pueden comenzar mucho más temprano”, señala.

En el estudio participaron 189 personas con una edad promedio de 24 años que fueron seguidas durante 30 años como parte de un estudio más amplio. Del grupo, el 45% eran negros y el 55% blancos. Las personas fueron evaluadas ocho veces en el transcurso del estudio. Cada vez, su salud cardiovascular se evaluó en función de cinco factores: tabaquismo, IMC, presión arterial, colesterol total y nivel de glucosa en sangre en ayunas.

En su visita de 30 años, se evaluaron las habilidades de pensamiento y memoria de las personas, junto con la capacidad de su cerebro para regular su flujo sanguíneo.

Los investigadores descubrieron que las personas con mejor salud cardiovascular al comienzo del estudio tenían más probabilidades de tener puntuaciones más altas en las pruebas de habilidades de pensamiento y memoria 30 años después que aquellas con peor salud cardiovascular. Por ejemplo, en una prueba de habilidades de atención donde las puntuaciones oscilaron entre siete y 103, cada punto más alto en el puntaje de salud cardiovascular se asoció con una puntuación 2,2 puntos más alta en habilidades de atención.

Las personas con mejor salud cardiovascular al comienzo del estudio y siete años después del estudio tenían más probabilidades de tener una mejor autorregulación cerebral o la capacidad del cuerpo para mantener un flujo sanguíneo estable en el cerebro. Esto significa que durante los cambios en la presión arterial, el cerebro puede mantener un flujo sanguíneo adecuado.

“Se necesita un mayor enfoque en un enfoque de investigación de curso de vida para ayudarnos a comprender mejor cómo estos factores de riesgo vascular afectan la salud del cerebro a medida que envejecemos”, advierte Sorond.

En este sentido, señala que el estudio no prueba que una mejor salud cardiovascular produzca mejores habilidades de pensamiento y memoria o una mejor capacidad del cerebro para regular el flujo sanguíneo sino que muestra una asociación.

Fuente: Europa Press.

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