Sao Paulo, 15 de diciembre de 2024 – El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue dado de alta del hospital este domingo tras someterse a una exitosa cirugía para detener una hemorragia cerebral. El mandatario, de 79 años, reapareció en una conferencia de prensa junto a su equipo médico, mostrando buen ánimo y determinación para continuar con sus funciones.
“Estoy aquí vivo, bien, con ganas de trabajar. Y les diré algo que solía decir durante la campaña. Tengo 79 años, tengo la energía de 30 y el entusiasmo de 20 para construir este país”, afirmó Lula con visible entusiasmo.
Los médicos informaron que el procedimiento fue exitoso y que el presidente podrá continuar con reuniones y actividades administrativas desde su residencia en Sao Paulo hasta el próximo jueves. Sin embargo, descartaron cualquier viaje internacional hasta nueva evaluación médica. Si su recuperación avanza según lo previsto, podría viajar a Brasilia para atender asuntos de Estado.
Contexto Político: Arresto de Braga Netto
Durante la misma conferencia de prensa, Lula da Silva rompió el silencio sobre el arresto del general Walter Braga Netto, exmiembro de la administración de Jair Bolsonaro y compañero de fórmula en las elecciones de 2022. Braga Netto fue detenido el sábado bajo sospecha de obstruir investigaciones relacionadas con un presunto complot golpista para mantener a Bolsonaro en el poder tras su derrota electoral.
“No es posible que aceptemos falta de respeto a la democracia, falta de respeto a la Constitución”, expresó Lula en un tono firme. Agregó que es inaceptable que figuras de alto rango militar estén involucradas en tramas golpistas contra la estabilidad democrática del país.
El general Braga Netto fue acusado en noviembre, junto con el expresidente Bolsonaro y otros 35 sospechosos, de planear un golpe de Estado. Hasta el momento, los fiscales no han presentado cargos formales, pero la Policía Federal señaló que su arresto se debió a presuntas acciones para obstruir la recolección de pruebas clave.
Con una recuperación en curso y un escenario político complejo, Lula da Silva enfrenta un período crítico tanto en términos de salud como de gestión gubernamental.