Palmdale, California.- Lockheed Martin Skunk Works® (NYSE: LMT) presentó hace días el X-59, una aeronave experimental diseñada para mitigar el impacto del “sonic boom” en vuelos supersónicos. Este hito marca un avance significativo en la colaboración de décadas entre Lockheed Martin y la NASA, abordando uno de los desafíos más persistentes en vuelos supersónicos.
John Clark, vicepresidente y gerente general de Lockheed Martin Skunk Works, expresó: “Estamos emocionados de asumir este desafío junto a la NASA, cuya misión de tecnología supersónica silenciosa tendrá impactos transformadores duraderos en todo el mundo”. Este proyecto ejemplifica la innovación de la industria, superando los límites de lo posible.
Las ceremonias de presentación son una tradición aeronáutica, y en el caso del X-59, celebraron avances técnicos, colaboración e innovación derivados de años de investigación, desarrollo y producción de un demostrador de tecnología único que reducirá el estruendo sónico a un suave golpeteo.
Greg Ulmer, vicepresidente ejecutivo de Lockheed Martin Aeronautics, elogió al equipo del X-59, destacando la colaboración entre NASA y Lockheed Martin. Líderes gubernamentales, incluidos representantes de NASA y Lockheed Martin, asistieron al evento, resaltando la importancia de esta empresa.
El X-59 continuará con pruebas en tierra, que incluirán pruebas de motor y taxi, antes de su próximo hito importante: el primer vuelo, programado para más tarde este año. Tras validar en las pruebas iniciales, ingresará a la fase de pruebas acústicas, volando sobre áreas pobladas para proporcionar datos estadísticamente válidos a reguladores nacionales e internacionales. Este paso es crucial para aprobar nuevas normativas que permitirían vuelos comerciales supersónicos silenciosos sobre tierra, transformando los tiempos de vuelo comerciales a la mitad y revolucionando los viajes globales.