Diana Trejo, Licenciada en comunicación por la Universidad Autónoma de Baja California con una maestría en cine por The New York Film Academy, actualmente es catedrática en la Universidad de las Californias Internacional.

A mi ahijada, mis sobris y mis ti@s.

Tengo varias sobrinos y sobrinas, desde los 18 me volví tía, con las hijas de mis primas y una de mis mejores amigas comencé a experimentar la emoción de ver a un ser humano crecer y que te reconozca, pero debo confesar que lo que sentí la primera vez que vi al hijo de mi hermano; el primero de sus 3 criaturas fue diferente.

Los sobrinos, para mi, son una maravilloso extensión de mi misma, cuando conocí a mi sobrino por primera vez me hice la promesa de jamás mentirle, porque para mi es muy importante ser sinceros, crecí rodeada de verdades que nunca se dijeron, que tuve que asumir o investigar y creo que haber sido enfrentada con la realidad, por mas dura que esta fuese,  me hubiese ahorrado algunos traumas, por ello para mi siempre ha sido importante decirles la verdad, he tenido que resolver de manera creativa como explicar algunas cosas.

Por ejemplo, cuando me preguntaron ¿Por qué se entierran a los muertos en cajas? Mientras íbamos camino al panteón por la muerte de un familiar. En gran embrollo me metí, pudiendo simplemente decirles, que porque si y ya.  Después de unos 10 min de pensar como explicarles a un niño de 8, a una chiquita de 6 y al mas pequeño de 2 años les dije que así como los piratas entierran sus tesoros en cofres, nosotros enterramos a nuestros seres queridos en cajas porque son tesoros para nosotros y aunque no les explique del proceso de descomposición y demás, no les mentí.

Ser tia me ha hecho ser una persona mas informada, mas creativa y sobre todo mas consiente; de las cosas que hago y que digo, mis sobrinos me castigaron durante dos minutos porque o cumplí con una de las reglas impuestas a la hora de comer, no hablar cuando tienes comida en la boca, y tuve que sumir el castigo porque tenían razón, me sentí muy tonta sentada en una esquina, pero entendí, durante esos dos minutos,  que no puedes educar sin re educarte y asi he aprendido mucho de ellos.

Recuerdo muy bien la primera vez que me dijeron tía, cuando mi ahijada me dijo Nina, cuando comenzaron a reconocerme al llegar a su casa, la sensación de que seas la persona a la que buscan para ser cómplice en travesuras, quien les da chocolate cuando sus padres no les dan golosinas, o a la que le pueden preguntar cosas, ser tia es un rol muy importante que no es reconocido, las tías y tíos también educan, grandes enseñanzas y lecciones las recibí de parte de mis tíos y por ello me parece importante tomar ese rol con responsabilidad.

Vivimos en una sociedad donde lentamente se esta cambiando el estereotipo de que una mujer para realizarse, debe ser madre, sin embargo, aun existe el estigma, creo que debemos repensar estos estereotipos sobre todo porque se puede trascender de muchas maneras, a través de nuestros sobrinos, nuestros alumnos, nuestros amigos, resignificar nuestras ideas sobre las relaciones humanas y la importancia que jugamos no solo como padres e hijos, sino como referentes para nuestras familias y toda la gente con la que tenemos contacto puede ayudarnos a ser mejores personas.

Diana Trejo, actual Coordinadora de la Carrera de Cinematografía en UDCI.

http://dianatrejofilms.com

Share.
Salir de la versión móvil