¿Por qué será que siempre esperamos que nos digan que sí?
Cuando le preguntas a alguien si puedes probar de su comida o si puede prestarte algo normalmente esperas que te diga que sí, y cuando alguien decide decirte que no, en la mayoría de las ocasiones nos sorprende la respuesta, aunque teóricamente existe un 50% de posibilidades que de que la respuesta sea negativa.
La realidad es que el NO es lo que tenemos siempre asegurado, la búsqueda de un SÍ debería de ser la motivación real de cuestionar, sin embargo, contrario a esto esperamos o en muchas ocasiones asumimos que la respuesta será un SÍ y nos llevamos grandes desilusiones cuando alguien nos dice que NO.
Erróneamente nos educaron a siempre tratar de agradar y de compartir, pero ¿Por qué debería compartir algo que me costó conseguir? O ¿Por qué debería darle de mi pedazo de pastel a alguien que dijo que no quería? Lidiar con el rechazo debería ser menos doloroso, si desde chicos nos inculcaran que decir “NO” no es malo todo sería más sencillo ¿No creen?
Vivimos en una sociedad en la que debes ser condecente con los demás, incluso hasta en ocasiones de maneras en las que te lastiman, en el trabajo o en otros contextos puedes terminar haciendo labores que no te corresponden o que no sabes cómo hacer bien solo por no poder decir NO, dejemos de satanizar el poner limites y comencemos a aceptar que el NO es una opción, no significa rechazo, significa que las personas podemos decidir y no tiene que ver con el otro.
Diana Trejo, actual Coordinadora de la Carrera de Cinematografía en UDCI.