“La culpa no es del indio sino del que lo hace compadre” dicho popular mexicano que engloba toda una “tradición” de culpar al que por un segundo parpadee o manifieste aspecto vulnerable ante el acusador que con o sin argumentos levantará la mano y de forma precipitada estirará su dedo índice para señalar al que sin juicio resultó culpable.
Las recomendaciones son claras y la lógica escasa; no salgas de casa, lávate las manos, usa cubrebocas y cuida a tu familia. Las medidas preventivas parecieran imposibles de lograr para los que buscan a toda costa deslindarse de las consecuencias que como país obtendremos al término de lo que hoy es una contingencia sanitaria.
Dicen los que creen saber y no saben que la culpa es de un murciélago, de china, el presidente, el gobierno en general, el vecino, los empresarios, la economía, los gringos, los ricos, los pobres, los políticos, y todos menos uno como individuo capaz de discernir información y usar lo que en apariencia resulta lógico; salvar nuestra vida y la de los que nos rodean.
Como gotero van cayendo en cuenta los incrédulos que la situación resulta incierta para todos, y pocos pueden vislumbrar lo que el futuro nos espera ya que no hay precedentes o estadísticas que nos ubiquen en un panorama certero.
Resulta cómico ver a los expertos en las diversas ramas involucradas realizar análisis, estudios e investigaciones sobre el futuro que se avecina posterior a la contingencia, cuando ciudadanos con escasa información y criterio lanzan soluciones, señalan y enjuician a los culpables sin presentar solución coherente.
Afrontar de frente y de cara que algo depende de uno mismo no resulta fácil, pues esto significaría que al cometer un “error”, no podría enjuiciar, culpar o señalar a nadie por lo tanto eximirse de toda culpa resulta una profesión que como seres humanos dominamos.
Somos seres individuales, tomemos las riendas de nuestras decisiones, afrontemos las consecuencias de lo que hicimos y lo que preferimos no llevar a cabo. Si bien es cierto que uno como individuo no decidió estar en medio de una contingencia sanitaria, sí está en nosotros cuidarnos y salvaguardar nuestra integridad y la de los que nos rodean.
Jazmín Ibarra, es egresada de la carrera de comunicación de la Universidad Autónoma de Baja California, maestra en pedagogía por la Universidad Estatal de Estudios Pedagógicos, catedrática en temas de prevención, conferencista y capacitadora, actualmente se desempeña en el ámbito gubernamental.