Chicago, 22 de agosto de 2024 – Kamala Harris, actual vicepresidenta de Estados Unidos, hizo un llamado a los estadounidenses a unirse para “trazar un nuevo camino hacia adelante” al aceptar la nominación presidencial del Partido Demócrata en la Convención Nacional Demócrata celebrada en Chicago. En un discurso que destacó su historia personal y su carrera en la fiscalía, Harris subrayó su preparación única para liderar el país y enfrentar al candidato republicano, Donald Trump, en las próximas elecciones.
Harris, quien es hija de inmigrantes de Jamaica e India, marcó un hito al convertirse en la primera mujer de raza negra y de ascendencia del sureste asiático en ser nominada para la presidencia por uno de los principales partidos políticos de Estados Unidos. Durante su intervención, mencionó la importancia de aprovechar la oportunidad que ofrece esta elección para superar las divisiones del pasado y avanzar unidos como nación.
El evento en el United Center de Chicago fue un reflejo del entusiasmo y la energía renovada entre los demócratas, quienes ven en la candidatura de Harris una esperanza fortalecida a 75 días de las elecciones generales. La ovación de pie que recibió al ingresar al escenario simbolizó el apoyo del partido y la naturaleza histórica de su nominación.
En su discurso, Harris compartió detalles personales sobre su crianza en San Francisco y su motivación para convertirse en fiscal, mencionando una experiencia de abuso cercana a su familia. También trazó un paralelo entre su carrera dedicada al servicio público y la de Trump, a quien criticó por actuar en interés propio.
El ambiente en la convención fue festivo, con delegadas vestidas de blanco en homenaje al movimiento sufragista, y una audiencia animada que incluyó al compañero de fórmula de Harris, Tim Walz, y a la actriz Kerry Washington, quien subió al escenario para enseñar a los asistentes cómo pronunciar correctamente el nombre de la candidata.
Harris concluyó su discurso haciendo un llamado a los republicanos que se oponen a Trump, prometiendo ser una presidenta para todos los estadounidenses y subrayando su compromiso con los principios fundamentales de la Constitución, incluyendo el respeto al estado de derecho y la transferencia pacífica del poder.