En una decisión poco convencional, Marty y Jess Ansen, una pareja de jubilados australianos, han optado por una vida a bordo de cruceros en lugar de residir en una típica residencia de ancianos. Esta pareja ha reservado un asombroso total de 51 cruceros consecutivos, desafiando la noción de que esta elección es exclusiva para aquellos con grandes fortunas.
Desde el 22 de junio, Marty y Jess han llamado hogar al Coral Princess, viviendo a bordo del crucero durante meses. A diferencia de otros pasajeros que desembarcan al final de cada etapa, esta pareja ha logrado asegurar su estadía continua en el mismo barco. “Estamos a bordo más tiempo que nadie. Las ruedas cambian, pero nosotros seguimos a bordo”, afirmó Marty Ansen a A Current Affair.
Lo que hace que esta elección sea económicamente viable para los jubilados es que los cruceros ofrecen comidas y entretenimiento incluidos en el precio, lo que elimina la necesidad de gastos adicionales. Además, se han liberado de las responsabilidades domésticas. Marty menciona: “Ya no sabemos lavarnos, no sabemos hacer la cama porque hace mucho que no lo hacemos”.
Vivir a bordo del Coral Princess les ha brindado un trato especial por parte de la tripulación, que los conoce por sus nombres y se esfuerza por hacer que su tiempo en el barco sea memorable, celebrando sus cumpleaños y aniversarios. Sorprendentemente, han superado en permanencia al director del hotel, Ren van Rooyen, quien los considera parte de su familia.
Aunque aún les quedan ocho meses en el Coral Princess, Jess y Marty no tienen planes de volver a tierra firme. Después de concluir este crucero, tienen previsto embarcarse en una aventura de un año a bordo del Crown Princess, consolidando su estilo de vida único y emocionante.
Este caso inusual demuestra que para algunos jubilados, la vida en alta mar puede ser una alternativa económica y emocionante a las residencias de ancianos convencionales.