El 20 de enero de 2025, Donald Trump emitió una orden ejecutiva que promete cambiar drásticamente la manera en que Estados Unidos otorga la ciudadanía por nacimiento. Bajo el título “Protegiendo el significado y valor de la ciudadanía estadounidense”, esta medida busca limitar la aplicación de la Enmienda 14 de la Constitución, afectando directamente a hijos de inmigrantes en situaciones específicas. Pero ¿qué significa realmente esta orden? Aquí te lo explicamos de manera clara y detallada.

La base legal: el debate sobre la Enmienda 14

La Enmienda 14 establece que “todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos”. Este principio ha sido la base del concepto conocido como birthright citizenship o ciudadanía por nacimiento, otorgando este derecho a casi todos los nacidos en territorio estadounidense, independientemente del estatus migratorio de sus padres.

Sin embargo, la frase “sujetas a su jurisdicción” ha sido objeto de debate. Según esta nueva orden, ese principio no se aplica a todos los nacidos en el país, especialmente en dos casos:

  1. Si la madre estaba en el país de manera ilegal al momento del nacimiento y el padre no era ciudadano ni residente permanente.
  2. Si la madre estaba legalmente en el país, pero con un estatus temporal (como visa de turista, estudiante o trabajo), y el padre tampoco era ciudadano ni residente permanente.

¿Qué cambia con esta orden?

La principal consecuencia es que las personas nacidas en Estados Unidos en estas condiciones ya no serán reconocidas automáticamente como ciudadanos estadounidenses. Por ejemplo, un bebé nacido de una madre que ingresó al país como turista y un padre extranjero que no reside legalmente en Estados Unidos no calificará para la ciudadanía bajo esta nueva normativa.

Además:

  • Documentación restringida: Las agencias gubernamentales, como el Departamento de Estado o el Departamento de Seguridad Nacional, no emitirán documentos que reconozcan la ciudadanía de estas personas.
  • Fecha de aplicación: Estas restricciones solo se aplicarán a los nacidos 30 días después de la firma de la orden ejecutiva.
  • Exclusión de otros casos: Los hijos de residentes permanentes legales o ciudadanos siguen protegidos bajo las leyes existentes.

El mensaje detrás de la medida

Trump justificó esta decisión argumentando que la ciudadanía es “un regalo invaluable” que debe protegerse para garantizar que quienes la reciben estén verdaderamente vinculados a Estados Unidos. Citó la Enmienda 14 y criticó interpretaciones que, según él, han ampliado demasiado este derecho.

En sus palabras, la orden busca evitar que personas en situación irregular o con permisos temporales utilicen el nacimiento en suelo estadounidense como un atajo hacia la ciudadanía.

Implicaciones sociales y legales

La medida ha generado un intenso debate:

  • Impacto en comunidades migrantes: Esta decisión afectará principalmente a familias inmigrantes, especialmente aquellas en situación irregular o con visas temporales. Muchos temen que esto creará una población de niños sin estatus legal en el país donde nacieron.
  • Posibles desafíos judiciales: La constitucionalidad de la orden será cuestionada. Expertos en derecho advierten que reinterpretar la Enmienda 14 mediante una orden ejecutiva podría ser ilegal, ya que modifica un principio constitucional sin pasar por el Congreso.
  • Precedente político: Este cambio podría abrir la puerta a futuras restricciones, erosionando uno de los principios fundamentales del sistema migratorio estadounidense.

El impacto humano detrás de las políticas

Para entender las implicaciones reales, basta imaginar el caso de una familia inmigrante. María, una joven mexicana, viaja a Estados Unidos con una visa de turista. Durante su estancia, da a luz a su hijo, quien, bajo las leyes anteriores, sería ciudadano estadounidense. Sin embargo, con esta nueva orden, ese bebé no tendría acceso automático a la ciudadanía, lo que afectaría su acceso a servicios básicos como educación y atención médica, además de limitarle oportunidades futuras.

¿Qué sigue para Estados Unidos?

Esta orden ejecutiva no marca el final del debate, sino el comienzo de una batalla política y legal que definirá el futuro de la ciudadanía por nacimiento en el país. Organizaciones defensoras de los derechos civiles ya han anunciado que llevarán el caso a los tribunales, mientras que opositores en el Congreso intentarán bloquear su implementación.

El resultado no solo afectará a quienes nacen en suelo estadounidense, sino que también redefinirá cómo la nación concibe la ciudadanía en un mundo cada vez más globalizado.

En el centro de la polémica está una pregunta fundamental: ¿Quién tiene derecho a llamarse estadounidense? La respuesta, como todo en política, dependerá de las interpretaciones legales, las luchas ideológicas y el impacto que este tipo de medidas tenga en la vida de millones de personas.

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