Los líderes del Grupo de los Siete prometieron el domingo sacar al mundo de la crisis del coronavirus mediante la donación de más de mil millones de vacunas contra el COVID-19 a las naciones más pobres.
En la primera reunión cara a cara del grupo en dos años, los líderes hicieron promesas de apoyo a la salud mundial, la energía verde, la infraestructura y la educación, todo para demostrar que la cooperación internacional está de regreso después de los trastornos causados por la pandemia y la imprevisibilidad del expresidente estadounidense Donald Trump.
Durante su cumbre de tres días en el suroeste de Inglaterra, los líderes de las acaudaladas democracias del mundo — Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos — buscaron mostrar que es mejor ser amigos de las naciones más pobres que de rivales autoritarios como China.
“No se trata de imponer nuestros valores al resto del mundo”, dijo a los periodistas el primer ministro británico Boris Johnson, al final de la cumbre en Cornualles, un destino de playa. “Lo que nosotros como G7 debemos hacer es demostrar los beneficios de la democracia, la libertad y los derechos humanos al resto del mundo”.
El presidente estadounidense Joe Biden, en su primer viaje al extranjero como líder, dijo que fue una “reunión extraordinaria, colaborativa y productiva”. Johnson, el anfitrión de la cumbre, elogió el “fantástico grado de armonía”.
Pero los defensores de la salud y el medio ambiente no estaban de acuerdo con tanto optimismo.
“Esta cumbre del G7 vivirá en la infamia”, dijo Max Lawson, del grupo de ayuda internacional Oxfam. “Frente a la mayor emergencia sanitaria en un siglo y una catástrofe climática que está destruyendo nuestro planeta, han fracasado por completo en hacer frente a los desafíos de nuestro tiempo”, agregó.
A pesar del llamado de Johnson de “vacunar al mundo” para fines de 2022, la promesa de mil millones de dosis para los países necesitados de vacunas, tanto directamente como a través de donaciones al programa internacional COVAX, está muy por debajo de las 11.000 millones que la Organización Mundial de la Salud dice que se necesitan vacunar al menos al 70% de la población mundial y realmente poner fin a la pandemia de COVID-19.
Fuente: Agencia AP.