Weymouth, Massachusetts, 12 de mayo de 2024.– Richard “Rick” Slayman, de 62 años, quien se convirtió en el primer receptor de un trasplante de riñón de cerdo genéticamente modificado, ha fallecido casi dos meses después de someterse al procedimiento en el Massachusetts General Hospital. Los cirujanos habían expresado su confianza en que el riñón porcino duraría al menos dos años.

El equipo de trasplantes del hospital emitió un comunicado expresando su profunda tristeza por la muerte de Slayman y ofreció sus condolencias a su familia. Aunque no tenían indicios de que su fallecimiento estuviera relacionado con el trasplante, la noticia ha generado debate sobre la viabilidad de los órganos modificados de cerdo en pacientes humanos.

Antes de Slayman, los riñones porcinos se habían trasplantado temporalmente en donantes con muerte cerebral. Dos hombres habían recibido trasplantes de corazón de cerdos, pero ambos murieron en cuestión de meses.

Slayman había recibido un trasplante de riñón en el mismo hospital en 2018, pero volvió a diálisis el año pasado cuando mostró signos de insuficiencia renal. Ante complicaciones en el tratamiento de diálisis, sus médicos sugirieron el trasplante de riñón porcino.

La familia de Slayman agradeció a los médicos por sus esfuerzos en el xenotrasplante, que les brindó siete semanas adicionales con Rick. Su esperanza y optimismo perdurarán en la memoria de quienes luchan por un trasplante para sobrevivir.

La xenotrasplantación, que utiliza células, tejidos u órganos de animales para sanar a pacientes humanos, ha sido un desafío debido a la respuesta inmunológica del cuerpo humano contra el tejido animal. Sin embargo, los intentos recientes han involucrado cerdos modificados genéticamente para que sus órganos sean más similares a los humanos.

Actualmente, más de 100,000 personas están en la lista nacional de espera para un trasplante, la mayoría de ellas pacientes renales, y miles mueren cada año antes de recibir un órgano compatible.

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