José Ángel “N”, padre del niño que asesinó a balazos a una maestra e hirió a seis sus compañeros de colegio en Torreón, Coahuila, antes de suicidarse, contaba con antecedentes penales por narcotráfico en Estados Unidos; sin embargo, al aceptar su culpabilidad, logró reducir su condena bajo el argumento de que era una persona de bien en México, sin récords criminales.
Según documentos consultados por este medio, José Ángel compareció ante los tribunales en septiembre del 2016, pero estuvo en custodia desde el 1 de junio del 2016, con un total de 336 días en la cárcel antes ser sentenciado; asimismo, detallan que el sujeto cuenta con cargos por posesión e intento de distribución de sustancias ilegales, específicamente, por poseer un total de 31.3 kilogramos de metanfetaminas, valuados por 59 mil dólares.
En la declaración de culpabilidad, Ramos Jiménez escribió que “en junio del 2016, en el Distrito Oeste de Oklahoma conspiré con otros, para poseer, con intención de distribuir, metanfetaminas”.
El Diario de El Paso detalla que, en el verano del 2017, la defensa logró un acuerdo con la Corte Federal de Distrito del Oeste de Oklahoma para reducir la sentencia de José Ángel, esto debido a que el acusado no contaba con historia criminal en los Estados Unidos; en el documento de sentencia en poder de este medio de comunicación se muestran varias cartas de recomendación que aseguran que el acusado es “una persona de bien, con valores y una familia unida”.
Finalmente, José Ángel fue sentenciado formalmente en julio de 2017 a cuatro años en la prisión federal Big Spring, en Texas. Después de dos años y tres meses, obtuvo su libertad y fue deportado a México en octubre de 2019 por autoridades estadounidenses.