El pasado martes 15 de junio en la Sala de Espectáculos del Cecut Miroslava Wilson presentó su obra Disección.
Un trabajo realizado en colaboración con Dora Arreola y en el cual matizado con una excelente música de Axel Tamayo logran transmitir y cautivar la imaginación del espectador.
El diseño de su coreografía es un nivel tan especial que poco a poco ella nos permite introducirnos a un diálogo a lo más interno de nuestra humanidad.
La obra con una duración de poco más de una hora nos sumerge a un mar de emociones que nos conecta con una lucha interior de belleza y plenitud.
El asombroso trabajo que nos presentó Miroslava Wilson acompañada en el escenario por un excelente músico que la sigue con los matices de sus instrumentos es parte esencial de su ensayo coreográfico.
Juntos producen una unidad tal que da como resultado un encuentro muy personal con uno mismo gracias a la excelente técnica desplegada por la bailarina contemporánea.
Poco a poco desnuda sus sentimientos con una técnica tan perfectamente trabajada que al final resulta en una catarsis sólo comparable con la lectura de un poema.
La cámara sólo registra una gota del mar de emociones que ella profundiza y a nosotros nos sumerge en una reflexión sobre nosotros mismos.
Es decir hay una belleza esencial que sólo quien maneja una técnica tan complicada sin embargo transmite verdades muy profundas con aparente sencillez. Eso es hacer visible lo invisible. Eso es ver con el corazón y dialogar y ese diálogo hace eco en espectador.
Después de ver una obra de éste nivel uno como espectador sale del recinto como librado de todas las tensiones y es como si hubieras platicado con una amiga o con un psicólogo.
Algo de tí descubres a través de ella.
Simplemente se agradece el diseño de la escenografía, las luces, la música y la intimidad de un diálogo que aún se disfruta y que además pone muy en alto la belleza y la salud de nuestra danza contemporánea.
Miroslava Wilson y Péndulo Cero Danza Contemporánea gracias por hablar con el corazón a través del infinito paisaje corporal.
Texto y Fotografía: Luis Felipe Cota Fregozo.