Ciudad de México, a 17 de septiembre de 2024.- El mercado inmobiliario mexicano se encuentra en constante transformación, reflejando las cambiantes necesidades de las familias que buscan más que un techo: anhelan un hogar que mejore su calidad de vida. Sin embargo, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), esta aspiración enfrenta obstáculos significativos, ya que solo el 14.7% de las reservas territoriales del país son adecuadas para el desarrollo de vivienda.
Este limitado porcentaje de territorios aptos se concentra principalmente en zonas céntricas urbanas, donde se ubican la mayoría de las oportunidades laborales y servicios esenciales. Como resultado, muchos desarrollos habitacionales han desplazado a las familias hacia las periferias de las ciudades. Aunque estas áreas pueden parecer atractivas por sus precios más accesibles, suelen carecer de la infraestructura y servicios necesarios para una vida cómoda.
El impacto de esta dinámica se refleja en los largos tiempos de traslado. El CONEVAL señala que en el 15.7% de los hogares con personas económicamente activas, el viaje al trabajo supera una hora. Este fenómeno es particularmente pronunciado en el Estado de México (32.6%), Ciudad de México (27.9%) y Nuevo León (19.4%). Estos extensos desplazamientos no solo generan desgaste físico, sino que también reducen el tiempo disponible para la familia y el ocio.
Agustín Levy, CEO de Levy Holding, enfatiza la importancia de este problema: “Vivir lejos de donde trabajas no solo es incómodo, sino que disminuye la calidad de vida. Es esencial que empresas y gobierno colaboren para crear espacios habitacionales que beneficien realmente a las familias, considerando ubicación y acceso a servicios, no solo el precio”.
Para quienes se encuentran en la búsqueda de un nuevo hogar, Levy ofrece cinco consejos clave:
- Conoce la comunidad: Investiga la seguridad y disponibilidad de servicios como hospitales, escuelas y centros comerciales. Un vecindario activo y seguro puede influir positivamente en tu bienestar.
- Infraestructura y servicios: Verifica que la propiedad cuente con suministro constante de agua, electricidad, transporte público y acceso a internet. La falta de estos elementos puede convertir la vida diaria en un desafío.
- Acceso a áreas verdes y recreativas: La proximidad a parques o espacios de esparcimiento contribuye a reducir el estrés y mejorar la salud mental, ofreciendo lugares para relajarse y convivir.
- Evaluación del entorno laboral: Considera la cercanía a tu lugar de trabajo o las facilidades para el teletrabajo. Reducir los tiempos de traslado impacta directamente en tu calidad de vida.
- Opiniones de otros residentes: Conversa con quienes ya viven en la zona. Sus experiencias pueden brindarte una perspectiva realista del día a día en la comunidad.
La elección de una vivienda es una decisión que trasciende lo material. Se trata de invertir en un espacio que promueva el bienestar y la felicidad de toda la familia. Al priorizar la calidad de vida y considerar factores más allá del precio o la estética, es posible encontrar un hogar que verdaderamente satisfaga las necesidades presentes y futuras.
En un contexto donde la urbanización y el crecimiento poblacional presentan retos constantes, informarse y tomar decisiones conscientes se vuelve más relevante que nunca. Las familias mexicanas merecen hogares que no solo sean habitables, sino que también enriquezcan su vida diaria.