Por primera vez, funcionarios del Parque Nacional Yellowstone han confirmado la presencia de la letal “enfermedad zombi” en ciervos. La enfermedad, conocida como la enfermedad crónica de desgaste, fue detectada en un ciervo mula adulto encontrado sin vida cerca del Lago Yellowstone. Este ciervo, originalmente capturado en Cody, Wyoming, como parte de un estudio poblacional en marzo, falleció a mediados de octubre, según un collar GPS colocado por el Departamento de Pesca y Caza del estado.

El Servicio de Parques Nacionales declaró en un comunicado que este es el primer caso confirmado de la enfermedad en Yellowstone. Se llevaron a cabo “múltiples pruebas de diagnóstico” para confirmar su presencia. La enfermedad, denominada “enfermedad crónica de desgaste” o “enfermedad zombi”, afecta el sistema nervioso central de los animales, incluyendo ciervos, alces, renos y alces.

La enfermedad, que se encuentra en América del Norte, Noruega y Corea del Sur, puede tardar más de un año en manifestar síntomas, y algunos animales pueden morir sin desarrollar completamente la enfermedad priónica, un “raro trastorno neurodegenerativo progresivo”. Los animales infectados muestran síntomas como pérdida de peso, reluctancia para moverse, salivación excesiva, beben y orinan con mayor frecuencia, orejas caídas y, finalmente, la muerte.

El mal se transmite principalmente a través de fluidos corporales y desechos, como saliva, orina, heces e incluso cadáveres. El Parque Nacional Yellowstone, al no contar con una estrategia efectiva de erradicación, colaborará con otras agencias para identificar áreas de mayor riesgo y aumentará la vigilancia y las pruebas de muestra. Se espera que la revisión del plan de vigilancia del parque, realizada por última vez en 2021, concluya el próximo año.

Aunque la CDC afirma que no hay casos reportados de infección de la enfermedad crónica de desgaste en humanos, existen preocupaciones sobre posibles riesgos. Algunos estudios sugieren que la enfermedad podría representar un riesgo para primates que consuman carne de animales infectados o entren en contacto con fluidos cerebrales o corporales infectados. La CDC está llevando a cabo estudios adicionales para determinar el riesgo potencial de la enfermedad en humanos, considerando la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de evitar que los agentes de todas las enfermedades priónicas conocidas ingresen a la cadena alimentaria humana.

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