Jan Yunis, Franja de Gaza.- Los hospitales en Gaza se enfrentan a una catástrofe humanitaria inminente, ya que miles de vidas están en riesgo debido a la falta de combustible y suministros médicos básicos. Mientras tanto, Israel se prepara para una ofensiva terrestre en medio de la guerra iniciada la semana pasada por un letal ataque de Hamas.

Las fuerzas israelíes, respaldadas por un creciente despliegue de buques estadounidenses en la región, se preparan para una amplia campaña destinada a desmantelar al grupo miliciano. A pesar de los duros ataques aéreos que han destruido vecindarios enteros, no han logrado detener el lanzamiento de cohetes milicianos hacia Israel.

El Ministerio de Salud de Gaza informa que los combates han cobrado la vida de 2.670 palestinos y han dejado 9.600 heridos, superando las cifras de la guerra de 2014. Israel también ha sufrido pérdidas, con más de 1.400 civiles muertos en el ataque de Hamas del 7 de octubre. La situación se torna crítica, con un éxodo masivo de población y la falta de acceso a servicios médicos y suministros esenciales.

Estados Unidos nombra a David Satterfield como enviado especial para asuntos humanitarios en el conflicto, en un intento por aliviar la situación desesperada en Gaza. Sin embargo, los hospitales enfrentan la amenaza de quedarse sin combustible en dos días, lo que pone en peligro la vida de miles de pacientes. La única central eléctrica de Gaza se apagó debido al bloqueo israelí, y la población afronta una grave escasez de agua y alimentos.

La comunidad internacional se esfuerza por encontrar soluciones para esta crisis humanitaria sin precedentes en Gaza. La falta de acceso a suministros médicos y combustible amenaza con desencadenar una tragedia de proporciones históricas.

Con información de AP.

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