Estimados Garabateros, buenas tardes y buena vibra.
Ahora quiero llevarlos a ¡Finlandia! a través de algunas fotografías que yo mismo tome y el siguiente relato:
Antes de poner un pie en territorio finlandés yo ya sabía mucho de ese lugar, ya estaba enterado que es un territorio lleno de contrastes interesantes, como las cuatro estaciones del año, las auroras boreales, el sol de medianoche y la obscuridad del invierno; urbano y rural, oriente y occidente.
Es un país que su parte más noroccidental forma parte de la península Escandinava la cual pertenece a la región nórdica. Quizás suena un poco complejo, pero no lo es tato… tomemos como ejemplo a México el cual pertenece a la Región de Latinoamérica por idioma y cultura, pero también a la región de Norteamérica por geografía junto con Canadá y EEUU.
Finlandia por Geografía pertenece a la región Nórdica, pero por cultura y raíces son más cercanos a los rusos, aunque en su momento también formo parte de Suecia.
Finlandia ha sido parte de muchos imperios a lo largo de su historia hasta su independencia el 06 de diciembre de 1917 cuando deja de formar parte del Imperio Ruso.
Por sus orígenes el diseño finlandés no es sólo algo que se ve, es algo que se experimenta. Mi historia de amor comienza en 2001 cuando conozco a una chica finlandesa de la cual me enamore mientras ambos estudiábamos en California. La primera vez que pisé tierra finlandesa llegué en barco, navegando por el archipiélago finlandés hasta el puerto de Helsinki.
Navegar por el mar Báltico es hermoso.
Embarqué un sábado al atardecer en Estocolmo Suecia y fue pura belleza ver el sol caer detrás de cientos de pequeñas islas esparcidas entre el mar delimitado por dos costas de tierra firme a los costados… después de eso la noche no tuvo mucha acción, solo una cena muy básica y dormir hasta las 6 de la mañana, cuando desperté me asomé por la ventana y el espectáculo de pequeñas islas salpicando el mar báltico seguía solo que ahora teníamos la luz del amanecer como protagonista.
Habíamos llegado a Helsinki era finales de junio y los puestos en la plaza del mercado tenían un extraordinario mar de colores con montañas de fresas, arándanos silvestres y rebozuelos. Fue una muestra de que no solo se trataba de una feria de alimentos, sino de un pueblo que veía belleza en la generosidad de la naturaleza.
El diseño finlandés se vive desde que conoces a su gente incluso si la conoces lejos de ahí en otros países, se vive desde el primer día que llegas y la sensación finlandesa de buen diseño te sigue por todas partes y se queda contigo mucho tiempo después de que te hayas ido.
El diseño de este lugar es algo más que un objeto bonito. Es una manera de vivir, es práctico, es simple, es de madera y fibras naturales que encuentras en sus bosques, es de líneas rectas y limpias, es escandinavo en ese sentido. Diseño que aquí se teje a la perfección con la vida cotidiana y te rodea donde quiera que vayas. El buen diseño es atemporal. Cuando encuentres algo que funciona quédatelo. Nada es demasiado viejo.
Como el famoso arquitecto y diseñador finlandés Alvar Aalto dijo una vez:
– Nada renace jamás pero tampoco desaparece por completo. Y lo que ha nacido, siempre volverá a aparecer en una nueva forma.
Por: Casa de Isma
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