Rosarito, Baja California, 23 de mayo de 2024.- En un escenario marcado por la incertidumbre y la falta de compromisos efectivos, la comunidad Maclovio Rojas continúa con el bloqueo en las instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Playas de Rosarito, Baja California. Este jueves, se llevó a cabo otro encuentro entre los voceros del movimiento y representantes del gobierno, que terminó sin avances concretos, prolongando el conflicto que ha resultado en un notable desabasto de combustible en la región.

Casandra Hernández y Juan de Dios Escalante, voceros de la comunidad, expresaron su frustración ante la falta de seriedad y compromiso por parte de las autoridades. Según Hernández, aunque se les prometió una reunión en Ciudad de México con todas las dependencias pertinentes, dicha reunión no se cumplió como estaba acordada, careciendo de las facultades necesarias para resolver la situación.

El delegado del gobierno federal, Miguel Lepe Bravo, presentó un nuevo documento que, según los manifestantes, solo repite promesas anteriores sin ofrecer soluciones reales. “Nos dieron fechas que sólo se prolongan más y más sin ninguna garantía de solución”, afirmó Hernández. La comunidad, determinada a mantener su posición, denuncia que el gobierno juega con la paciencia y las necesidades de los ciudadanos, apuntando a un posible uso de la fuerza para desalojar el bloqueo, lo que podría implicar riesgos mayores dado que entre los manifestantes hay niños y personas de la tercera edad.

Por su parte, Juan de Dios Escalante criticó la estrategia del gobierno de minimizar la presencia de medios en los encuentros, señalando que se busca evitar la transparencia y mantener el control narrativo del conflicto. “Están preparando el terreno para aplicar el Estado de Derecho con fuerza pública, desentendiéndose de nuestras legítimas demandas”, declaró Escalante.

Casandra Hernández hizo un llamado directo al Presidente Andrés Manuel López Obrador, recordando que él mismo, en su pasado como líder opositor, realizó acciones similares en demanda de justicia. “Apelamos a su conciencia social, porque llegó a la presidencia impulsado por la ciudadanía que también demandaba justicia. Esperamos que su visita este sábado aporte soluciones reales”, concluyó Hernández, revelando preocupaciones sobre posibles movimientos del gobierno estatal para desalojar la protesta antes de la llegada del presidente.

La situación en Rosarito es un claro reflejo de la complejidad de los problemas sociales y administrativos que enfrenta México en la gestión de sus recursos naturales y la interacción con las comunidades locales. Con la escalada de tensiones y la falta de canales efectivos de diálogo, el desabasto de combustible y los impactos en la población civil podrían intensificarse, poniendo en relieve la urgencia de encontrar una resolución equitativa y duradera.

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