Tijuana, Baja California.- La Responsabilidad Ampliada del Productor (EPR) redefine el papel de los fabricantes al imponer la obligación de gestionar los residuos de sus productos. José Carmelo Zavala, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental A.C., aboga por una logística inversa que motive a los productores a evitar la contaminación, destacando el problema del embalaje disperso.

Datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) revelan que el sector de envasado es el principal generador de desechos de plástico de un solo uso, con el 85% mal gestionado. Zavala enfatiza la necesidad de que la responsabilidad recaiga en el productor, incentivando soluciones desde el origen del embalaje.

La ONU advierte que se compran un millón de botellas de plástico cada minuto y se utilizan hasta 5 billones de bolsas al año a nivel global. La falta de reciclaje y el diseño para un solo uso contribuyen al acumulamiento de residuos, evidenciando la importancia de la responsabilidad ampliada.

Zavala destaca que solo el 9% del plástico producido se ha reciclado, mientras que el 79% termina en vertederos o en el medio ambiente. El enfoque progresista de la EPR impulsa soluciones sostenibles y reciclables, no solo beneficiando al medio ambiente, sino también reduciendo costos de producción y mejorando la imagen de marca.

Finalmente, se destaca que la responsabilidad extendida no solo debe reforzar la conciencia ambiental de los productores, sino también establecer estándares elevados para las autoridades gubernamentales. Se les insta a diseñar políticas públicas que avancen hacia un entorno más sostenible y equitativo para las futuras generaciones.

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