Baja California, 16 de marzo de 2025. – La crisis ambiental es innegable, pero nuestras decisiones diarias parecen ir en su contra. ¿Por qué seguimos dañando el planeta, aun sabiendo las consecuencias? En el marco del segundo aniversario del Seminario Permanente para el Desarrollo Sustentable, organizado por el Centro de Innovación y Gestión Ambiental A.C. (CIGAMX) y la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO SERVYTUR), expertos abordaron esta pregunta desde la perspectiva de la Economía del Comportamiento.
El encuentro contó con la participación del I.B.Q. José Carmelo Zavala Álvarez, quien planteó la reflexión central del evento: ”¿Cómo decidimos y qué camino estamos tomando para mejorar el desempeño ambiental?”. Junto a él, la I.Q. Jessica Castañeda Castillo, Directora de BIOSEA Innovación Ambiental y asesora técnica en CIGAMX, presentó estrategias basadas en el comportamiento humano para fomentar cambios sostenibles.

¿Por qué tomamos decisiones que afectan al medio ambiente?
El conocimiento sobre los problemas ambientales no siempre se traduce en acciones positivas. Según la economía tradicional, las personas toman decisiones racionales basadas en costos y beneficios, pero la realidad demuestra lo contrario. La Economía del Comportamiento explica que nuestras elecciones están influenciadas por factores psicológicos, emocionales y sociales, lo que puede llevarnos a actuar en contra de nuestro propio bienestar a largo plazo.
Castañeda destacó cuatro factores clave que afectan nuestras decisiones ambientales:
- Racionalidad limitada: No siempre procesamos toda la información antes de decidir.
- Heurísticas: Atajos mentales que simplifican la toma de decisiones, pero pueden llevarnos a errores.
- Sesgos cognitivos: Tendencias psicológicas que nos hacen preferir beneficios inmediatos sobre impactos a largo plazo.
- Influencia social y emocional: Tomamos decisiones basadas en lo que hacen los demás o en lo que nos hace sentir bien.

El impacto de pequeños cambios en la conducta ambiental
Uno de los ejemplos presentados en el seminario mostró cómo una leve modificación en las políticas públicas puede cambiar el comportamiento de las personas. En un estudio sobre el uso de bolsas plásticas, se encontró lo siguiente:
- Sin políticas públicas: solo el 13% de las personas dejó de usarlas.
- Con incentivos de descuento: la cifra aumentó al 15%.
- Con un cobro de 5 centavos: el 44% dejó de utilizarlas.
Este resultado demuestra que sentimos más el dolor de perder dinero que la satisfacción de ahorrarlo, un fenómeno conocido como aversión a la pérdida. Aplicar este principio en estrategias ambientales puede generar un impacto significativo en los hábitos de consumo.
El sesgo del presente: pensamos en hoy, ignoramos el futuro

Otro de los conceptos abordados fue el sesgo del presente, que explica por qué preferimos recompensas inmediatas en lugar de beneficios a largo plazo. Según Castañeda, esto es uno de los principales obstáculos para la sustentabilidad.
“En el año 2050 habrá más plástico que peces en el mar. Sabemos que el problema es grave, pero el plástico no es el enemigo. La clave está en la gestión de residuos”, enfatizó la experta.
Este enfoque resalta la necesidad de diseñar políticas y estrategias que faciliten la toma de decisiones sostenibles sin depender exclusivamente de la voluntad individual.
Nudges: el poder de los “empujones” para fomentar la sostenibilidad
A diferencia de las prohibiciones o restricciones, los nudges (o “empujones”) son intervenciones sutiles que incentivan decisiones más sostenibles sin imponer reglas estrictas. Algunos ejemplos efectivos incluyen:
- Facturas eléctricas con caritas felices cuando el consumo es eficiente.
- Cobrar extra por vasos desechables en lugar de dar descuentos por reutilizables.
- Restaurantes que establecen la opción vegetariana por defecto, logrando que el 80% de los clientes la elijan sin sentirse obligados.
Estos enfoques, basados en la psicología del comportamiento, han demostrado ser más efectivos que las estrategias tradicionales para cambiar hábitos de consumo.

Hacia un modelo de responsabilidad compartida
El cambio hacia una sociedad más sustentable no puede depender solo del gobierno o de las empresas. Según la ponente, es necesario un esfuerzo coordinado entre distintos sectores:
- Gobierno: Creando incentivos y regulaciones efectivas.
- Ciudadanos: Modificando hábitos de consumo.
- Empresas: Innovando en modelos de producción sustentable.
- Sociedad civil: Promoviendo la educación y la conciencia ambiental.
“No se trata de manipulación, sino de crear un entorno que facilite decisiones responsables. Si queremos un futuro sustentable, necesitamos entender cómo pensamos y actuar en consecuencia”, concluyó Castañeda.
El Seminario Permanente para el Desarrollo Sustentable continuará explorando estrategias innovadoras para fomentar una cultura ambiental responsable. El próximo 19 de marzo, el evento contará con la participación del Lic. Pablo Uribe Malagamba, quien abordará la Regulación Ambiental de Proyectos.
🔗 Regístrate aquí: https://cigamx.org/event/regularizacion-ambiental-de-proyectos/
📺 Mira el episodio completo sobre Economía del Comportamiento aquí: https://www.youtube.com/watch?v=LCutSEkyP_8&t=1074s