En una noticia que ha sorprendido a la industria aeroespacial, el cohete New Shepard de la compañía de Jeff Bezos, Blue Origin, se estrelló durante un vuelo de prueba no tripulado en Texas. El lanzamiento estaba programado para ser una de las últimas pruebas antes de enviar tripulantes al espacio.
La misión estaba programada para despegar desde la instalación de lanzamiento de Blue Origin en Van Horn, Texas, pero poco después de que el cohete fuera lanzado, comenzaron a surgir problemas. Unos minutos después, se detectó una falla en el motor principal y el cohete se estrelló en el suelo.
Afortunadamente, no hubo personas a bordo del cohete y no se reportaron heridos. Sin embargo, el accidente ha sido un revés significativo para Blue Origin, que esperaba lanzar sus primeros vuelos turísticos al espacio este año.
La compañía ha prometido investigar la causa del accidente y tomar medidas para prevenir futuros fracasos. Blue Origin había estado compitiendo con SpaceX de Elon Musk por la supremacía en el espacio comercial y ha estado haciendo progresos significativos en el desarrollo de cohetes reutilizables y cápsulas espaciales.
Este último accidente, sin embargo, ha sido un recordatorio de lo difícil que es la exploración espacial y ha destacado los riesgos que acompañan el lanzamiento de cohetes. Blue Origin tendrá que recuperarse de este revés y seguir adelante con su ambiciosa agenda espacial.