Tijuana, Baja California, 17 de julio de 2024. – Las comunidades más vulnerables son las más propensas a sufrir las peores consecuencias del cambio climático, según Jessica Castañeda Castillo, asesora técnica del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGAMX). Familias de bajos ingresos, pueblos indígenas, personas con discapacidades, ancianos y niños en áreas expuestas a riesgos ambientales enfrentan mayores dificultades para adaptarse o recuperarse de los efectos nocivos causados por este fenómeno.

Castañeda Castillo señaló que “cada vez enfrentaremos fenómenos más complicados y difíciles; la gente con mayor pobreza será más afectada. Veremos migraciones por desastres naturales. Por ejemplo, ¿Qué pasaría en Baja California si de repente hubiera dengue? No estamos preparados, y eso puede suceder porque los patrones de lluvia están modificándose de manera importante. Los primeros afectados somos la población”.

El cambio climático es considerado uno de los problemas ambientales más importantes de nuestro tiempo. Una de sus manifestaciones más evidentes es el aumento de la temperatura terrestre y marina. Sin embargo, también afecta la seguridad alimentaria, los sistemas de salud, la proliferación de vectores, la migración climática y el desarrollo urbano y económico.

“No estamos preparados, no hay una estrategia estatal. Deberíamos tener un programa municipal. En Tijuana, el manejo de residuos sólidos urbanos no depende de la autoridad ambiental municipal, sino de la Dirección de Servicios Públicos. Las áreas verdes tampoco están en la administración ambiental. ¿Cómo hacemos para que las políticas públicas mitiguen el cambio climático? Estas deberían estar en un área ambiental, pero las tenemos separadas”, explicó Castañeda Castillo.

Desde la perspectiva de la gobernanza, el cambio climático es un tema complejo que requiere la implementación de políticas públicas transversales por autoridades ambientales de los tres niveles de gobierno.

“¿Cómo coordinamos las funciones entre diferentes entidades de gobierno? Con una estrategia estatal, como lo marca la Ley de Prevención y Mitigación de Cambio Climático de Baja California, vigente desde 2012 pero no aplicada”, destacó.

Jessica Castañeda citó una modelación de El Colegio de la Frontera Norte (COLEF) que prevé que el Valle de Guadalupe dejará de ser el centro de la producción de uva debido al cambio climático.

“Para el año 2050 Valle de Guadalupe dejará de ser el centro de la producción de uva; se moverá hacia Ojos Negros. Pensar que tenemos todo un sistema de producción de uva implica que tendríamos que empezar a hacer los movimientos ahora, para que en 2050 pudiera estar la producción en otro lugar. Hay muchos más impactos de los que alcanzamos a ver, como que haga más calor, llueva más o se presente un huracán donde no estamos acostumbrados y no tenemos la infraestructura”, aseguró.

La asesora técnica del CIGAMX reconoció que mitigar el cambio climático requiere un esfuerzo conjunto y la implementación de múltiples estrategias a nivel individual, comunitario y global. Al adoptar hábitos más sostenibles, apoyar la reforestación y conservación, reducir el consumo de energía y promover la educación ambiental, se puede contribuir significativamente a la lucha contra el cambio climático y asegurar un futuro más sostenible para las próximas generaciones.

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