Tijuana, Baja California, 25 de noviembre de 2024. La calidad del aire en Baja California se encuentra en un punto crítico, afectando directamente la salud de sus habitantes. De acuerdo con Jessica Castañeda Castillo, asesora técnica del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGAMX), es indispensable actualizar el inventario de emisiones y reforzar las políticas ambientales para enfrentar este problema.
Los inventarios actuales, con datos que datan de 2014, no reflejan las condiciones actuales, lo que dificulta la creación de estrategias eficaces. “Es clave actualizar el inventario de emisiones. Sin información precisa, no podemos abordar los retos de la contaminación de manera adecuada”, destacó Castañeda, egresada del Programa LEAD por El Colegio de México.
En ciudades como Tijuana y Mexicali, las alertas por mala calidad del aire se intensifican durante el invierno, impulsadas por las condiciones climáticas y el uso de estaciones de monitoreo que solo miden dos de los contaminantes regulados, dejando fuera información esencial.
“La red de monitoreo debería registrar todos los contaminantes normados. Actualmente, las alertas solo reflejan una parte del problema”, explicó Castañeda. También recordó que los primeros inventarios de emisiones en la región datan de la década de 1990, lo que evidencia un rezago en la gestión ambiental.
Entre las medidas urgentes propuestas, destacan:
• Actualizar el inventario de emisiones para identificar fuentes clave de contaminación.
• Implementar un programa de verificación vehicular incluido en el Proaire vigente.
• Ampliar la red de monitoreo para obtener datos completos.
• Incorporar más áreas verdes en las ciudades para reducir partículas contaminantes.
• Regular fuentes de área, como talleres y actividades domésticas.
La contaminación no solo afecta el medio ambiente, sino también la salud de la población, aumentando los casos de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, especialmente en sectores vulnerables como niños y adultos mayores.
“Cada invierno enfrentamos las mismas alertas de calidad del aire. Esto debería motivarnos a tomar acciones concretas para reducir la contaminación”, enfatizó Castañeda.
Actualizar los inventarios de emisiones y aplicar políticas efectivas permitirá a Baja California no solo mejorar la calidad del aire, sino también proteger la salud de sus habitantes y asegurar un entorno más sostenible para las futuras generaciones.