Ciudad de México, 1 de febrero de 2025.- La reciente imposición de aranceles del 25% por parte de Estados Unidos a las importaciones provenientes de México y Canadá ha desatado una fuerte reacción diplomática y económica en América del Norte. La medida, anunciada por la Casa Blanca, ha sido calificada como una violación flagrante del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), lo que amenaza con reconfigurar las relaciones comerciales trilaterales.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, expresó su rechazo a la medida en redes sociales, calificándola como un “tiro en el pie” para la economía estadounidense. Ebrard destacó que el T-MEC, negociado con el presidente Donald Trump, ha sido uno de los acuerdos comerciales más exitosos en los últimos años. Además, reafirmó el respaldo del gobierno mexicano a la presidenta Claudia Sheinbaum, señalando la implementación de un “Plan B” para mitigar los efectos económicos de esta medida.
Por su parte, la Conferencia Nacional de Gobernadoras y Gobernadores (CONAGO) emitió un comunicado conjunto condenando las acusaciones de la Casa Blanca, que sugieren nexos entre el gobierno mexicano y cárteles del narcotráfico. La CONAGO defendió los esfuerzos de México en el combate al crimen organizado y reiteró que el problema del narcotráfico es binacional, con una fuerte demanda de drogas en Estados Unidos.
Canadá responde con medidas arancelarias
El gobierno canadiense, a través del ministro de Finanzas, Dominic LeBlanc, y la ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly, anunció la imposición de aranceles del 25% a productos estadounidenses valorados en 155 mil millones de dólares. Esta decisión busca proteger los intereses canadienses y responde de forma directa a lo que consideran aranceles injustificados.
Las medidas canadienses se implementarán en dos fases: la primera afectará productos como jugo de naranja, mantequilla de maní, vino, café y motocicletas a partir del 4 de febrero. La segunda fase contempla aranceles adicionales a vehículos de pasajeros, productos de acero y aluminio, y productos agrícolas, tras un periodo de consulta pública de 21 días.
Impacto económico en ambas economías
Según un informe de BBVA Research, la probabilidad de que estos aranceles se mantengan a largo plazo es baja. Sin embargo, de implementarse de forma prolongada, tendrían efectos negativos significativos para las tres economías. Para México, se estima una caída del PIB de hasta 1.5% en 2025, con un impacto directo en la inversión y la competitividad.
En Estados Unidos, los aranceles podrían generar un aumento en la inflación, especialmente en productos agropecuarios, de los cuales México es un proveedor clave. Además, se prevé una pérdida de competitividad para las industrias automotriz y manufacturera estadounidenses, que dependen de insumos importados de México y Canadá.
Un futuro incierto para el T-MEC
La imposición de aranceles y las medidas de represalia plantean serios desafíos para la estabilidad del T-MEC. Aunque tanto México como Canadá han reiterado su compromiso con el libre comercio, las tensiones actuales podrían poner en riesgo la continuidad del acuerdo en su forma actual.
En este contexto, los gobiernos de México y Canadá buscan mantener canales de diálogo abiertos con Washington, con la esperanza de revertir estas medidas y preservar la integración económica de América del Norte. Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro del acuerdo y sus implicaciones económicas persiste en el horizonte.