Ahmedabad, India – 12 de junio de 2025. La cifra de víctimas por el desplome del vuelo AI171 de Air India aumentó a 270, en uno de los peores accidentes aéreos registrados en el país desde la década de los noventa. El Boeing 787-8 Dreamliner se estrelló segundos después de despegar del aeropuerto internacional Sardar Vallabhbhai Patel, impactando un edificio del B. J. Medical College, ubicado en el barrio de Meghani Nagar.
La aeronave transportaba a 230 pasajeros —de nacionalidades india, británica, portuguesa y canadiense— junto a 12 tripulantes. El accidente provocó además la muerte de al menos 29 personas en tierra, mientras que varias más resultaron heridas, entre ellas un estudiante en estado grave.
El único sobreviviente fue identificado como Vishwashkumar Ramesh, ciudadano británico e indio, quien viajaba en el asiento 11A, cercano a una salida de emergencia. Según el personal médico, logró escapar por una puerta desprendida antes de ser rescatado por vecinos de la zona. Presentó quemaduras leves y contusiones.
El gobierno indio confirmó que las cajas negras ya fueron recuperadas, y serán analizadas por la AAIB de India en conjunto con expertos del Reino Unido y Estados Unidos. La investigación busca determinar si hubo fallos en el sistema de flaps, pérdida de potencia o errores en los datos de despegue.
La nave, con matrícula VT-ANB, acumulaba más de 41 mil horas de vuelo en más de 7 mil rutas y no registraba incidentes graves. No obstante, el siniestro ha reactivado las alarmas sobre la fiabilidad de la serie Dreamliner, a pesar de ser una de las más modernas en la aviación comercial.

Contexto y antecedentes
Este es el primer accidente fatal de un Boeing 787 desde su introducción en 2009, y también el más letal en India desde 1996, cuando un vuelo de Saudi Arabian Airlines colisionó en el aire con otro avión cerca de Nueva Delhi, dejando más de 340 fallecidos.
En términos globales, la aviación comercial ha mantenido una tasa de 0.23 accidentes fatales por cada millón de vuelos en los últimos cinco años, según datos de la IATA, lo que hace que casos como el del vuelo AI171 sean sumamente infrecuentes, pero altamente impactantes por su magnitud.
Air India, privatizada en 2022 tras décadas como empresa estatal, había iniciado un proceso de renovación de flota y reestructuración operativa. No obstante, enfrenta ahora cuestionamientos sobre sus estándares de mantenimiento, especialmente tras el llamado urgente a revisar todos los Boeing 787 con motores General Electric que operan en su flota.
El primer ministro Narendra Modi visitó la zona siniestrada y el hospital donde permanece el sobreviviente, mientras el gobierno aseguró apoyo a las familias de las víctimas y total cooperación con las agencias internacionales involucradas.
Se espera que el informe preliminar sobre las causas técnicas sea publicado en las próximas semanas. Mientras tanto, la tragedia continúa generando conmoción tanto en India como en las comunidades extranjeras de las víctimas.
